Inseguridad: Hay 4 delitos al día, tres pandillas, 20 lenocinios y 220 bares y locales nocturnos.
Inseguridad en las calles y avenidas de las zonas 12 de Octubre y Villa Dolores, en el Distrito 1 de El Alto, sector más conocido como la Ceja. El peligro durante el día son los lanceros o descuidistas: delincuentes que arrebatan celulares, carteras u objetos de valor a personas que transitan, aprovechando un momento de descuido de ellas.
Al caer el telón de la noche, el terror para la ciudadanía son los pandilleros y cogoteros: asaltantes —que en grupos de dos o más integrantes— ahorcan y asfixian por el cuello a una persona, utilizando una soga o cuerda, le hacen perder el conocimiento y le quitan sus pertenencias de valor.
ZONAS ROJAS. El sociólogo Juan Yhonny Mollericona, investigador del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB), explicó que en la Ceja existen diez sectores de alto peligro, según datos obtenidos en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto.
Las calles 1, 2 y 3, las avenidas Tiwanaku, Jorge Carrasco, Antofagasta y Franco Valle, la plaza Cívica, el puente Distribuidor y la avenida 6 de Marzo son los sectores donde operan los clanes de delincuentes.
De acuerdo con la información estadística policial alteña, de las tres pandillas que hay en la Ceja, los Chicos de Lux y Los locos son los más peligrosos.
Además, según datos de la Alcaldía de El Alto, en esta urbe existen 444 bares y locales de fiesta con licencia de funcionamiento. De esa cifra, se calcula que la mitad de ellos, o sea al menos 220, están ubicados en las calles de la Ceja. Según un recorrido de este medio, existen más de 20 lenocinios camuflados en viviendas, edificios y alojamientos.
CUATRO DELITOS. La investigación del PIEB, titulada El Alto: la inseguridad ciudadana, ¿y ahora cómo nos defendemos, y realizada entre junio de 2005 y el mismo mes de 2006, dio como resultado que en la Ceja se registra un promedio de cuatro a cinco denuncias de delitos por día: robos de cogoteros y lanceros, tentativas de homicidio, violaciones, estafas y atracos (asaltos con uso de violencia y armas punzocortantes y de fuego).
Además, en todo ese periodo acaecieron en los 14 distritos 3.442 hechos delictivos. Sin embargo, si se compara esa estadística con la del año 2010
—que dio como resultado que hubo 4.386 casos, según la fuerza policial alteña—, se registró un incremento del 27 por ciento de los delitos.
Es decir, si en 2006 en El Alto se registraron nueve denuncias por día, el promedio de 2010 fue de 12 casos cada 24 horas. No obstante, la estadística del año pasado de la Policía no indica el número de denuncias que ocurrieron por día en la Ceja.
En diálogo con La Prensa, el director departamental de la FELCC de La Paz, coronel Rosalío Álvarez, consideró que la Ceja es una zona donde se concentra el comercio informal, el tráfico vehicular, la prostitución, la venta de licor, la diversión nocturna, la suciedad y el desorden, que hacen que se convierta “en un espacio ideal para que los delincuentes realicen sus fechorías, pese al esfuerzo policial”.
“La solución, sin duda, está en manos de las autoridades de la Alcaldía. Si no se ordenan el tráfico vehicular y los ambulantes de las calles, cualquier esfuerzo de seguridad será en vano”, reflexionó.
Asimismo, la autoridad pidió mayor dotación de vehículos y personal para el patrullaje y resguardo policiales.
Hay más peligro en la noche
En los cerca de 220 bares y locales nocturnos que existen en la Ceja, la diversión empieza cuando llega la noche. Es entonces cuando el peligro se asoma sobre los parroquianos que acuden a esos locales.
“En la noche, los cogoteros y los pandilleros hacen de las suyas contra las personas que salen de los bares y discotecas”, señaló el investigador del PIEB Juan Yhonny Mollericona, tras precisar que los delincuentes aprovechan que las víctimas, al encontrarse en estado de embriaguez, son más fáciles de atacar, debido a que son más lentas al reaccionar, ya sea para defenderse o huir del peligro.
“Siguen a sus víctimas y, cuando están solas, las atacan”, añadió Mollericona. Sin embargo, en el día, la inseguridad está al cargo de los descuidistas o lanceros. Adolescentes y jóvenes, muchos de ellos miembros de pandillas, son expertos en arrebatar celulares y carteras. Están protegidos por personas mayores, que en caso de que sean atrapados, son las encargadas de ayudarlos y liberarlos.
10 zonas de riesgo
1) Calle 1, cerca de la Alcaldía Quemada.
2) Calle 2, entre la avenida Antofagasta y 6 de Marzo.
3) Calle 3, entre la avenida Antofagasta y 6 de Marzo.
4) Plaza Cívica, cerca de la Alcaldía Quemada, sector de dominio de pandilleros.
5) Puente Distribuidor, sobre la avenida 6 de Marzo.
6) Avenida Antofagasta, cerca del llamado “Barrio Chino”.
7) Avenida Tiwanaku y sectores aledaños al mercado del pescado.
8) Avenida Franco Valle, sector de lenocinios y bares.
9) Avenida Jorge Carrasco, sector de lenocinios y bares.
10) Avenida 6 de Marzo, entre las calles 1 y 4, sector comercial.
Fuente: PIEB
Juan Carlos Chamorro
Inseguridad en las calles y avenidas de las zonas 12 de Octubre y Villa Dolores, en el Distrito 1 de El Alto, sector más conocido como la Ceja. El peligro durante el día son los lanceros o descuidistas: delincuentes que arrebatan celulares, carteras u objetos de valor a personas que transitan, aprovechando un momento de descuido de ellas.
Al caer el telón de la noche, el terror para la ciudadanía son los pandilleros y cogoteros: asaltantes —que en grupos de dos o más integrantes— ahorcan y asfixian por el cuello a una persona, utilizando una soga o cuerda, le hacen perder el conocimiento y le quitan sus pertenencias de valor.
ZONAS ROJAS. El sociólogo Juan Yhonny Mollericona, investigador del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia (PIEB), explicó que en la Ceja existen diez sectores de alto peligro, según datos obtenidos en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto.
Las calles 1, 2 y 3, las avenidas Tiwanaku, Jorge Carrasco, Antofagasta y Franco Valle, la plaza Cívica, el puente Distribuidor y la avenida 6 de Marzo son los sectores donde operan los clanes de delincuentes.
De acuerdo con la información estadística policial alteña, de las tres pandillas que hay en la Ceja, los Chicos de Lux y Los locos son los más peligrosos.
Además, según datos de la Alcaldía de El Alto, en esta urbe existen 444 bares y locales de fiesta con licencia de funcionamiento. De esa cifra, se calcula que la mitad de ellos, o sea al menos 220, están ubicados en las calles de la Ceja. Según un recorrido de este medio, existen más de 20 lenocinios camuflados en viviendas, edificios y alojamientos.
CUATRO DELITOS. La investigación del PIEB, titulada El Alto: la inseguridad ciudadana, ¿y ahora cómo nos defendemos, y realizada entre junio de 2005 y el mismo mes de 2006, dio como resultado que en la Ceja se registra un promedio de cuatro a cinco denuncias de delitos por día: robos de cogoteros y lanceros, tentativas de homicidio, violaciones, estafas y atracos (asaltos con uso de violencia y armas punzocortantes y de fuego).
Además, en todo ese periodo acaecieron en los 14 distritos 3.442 hechos delictivos. Sin embargo, si se compara esa estadística con la del año 2010
—que dio como resultado que hubo 4.386 casos, según la fuerza policial alteña—, se registró un incremento del 27 por ciento de los delitos.
Es decir, si en 2006 en El Alto se registraron nueve denuncias por día, el promedio de 2010 fue de 12 casos cada 24 horas. No obstante, la estadística del año pasado de la Policía no indica el número de denuncias que ocurrieron por día en la Ceja.
En diálogo con La Prensa, el director departamental de la FELCC de La Paz, coronel Rosalío Álvarez, consideró que la Ceja es una zona donde se concentra el comercio informal, el tráfico vehicular, la prostitución, la venta de licor, la diversión nocturna, la suciedad y el desorden, que hacen que se convierta “en un espacio ideal para que los delincuentes realicen sus fechorías, pese al esfuerzo policial”.
“La solución, sin duda, está en manos de las autoridades de la Alcaldía. Si no se ordenan el tráfico vehicular y los ambulantes de las calles, cualquier esfuerzo de seguridad será en vano”, reflexionó.
Asimismo, la autoridad pidió mayor dotación de vehículos y personal para el patrullaje y resguardo policiales.
Hay más peligro en la noche
En los cerca de 220 bares y locales nocturnos que existen en la Ceja, la diversión empieza cuando llega la noche. Es entonces cuando el peligro se asoma sobre los parroquianos que acuden a esos locales.
“En la noche, los cogoteros y los pandilleros hacen de las suyas contra las personas que salen de los bares y discotecas”, señaló el investigador del PIEB Juan Yhonny Mollericona, tras precisar que los delincuentes aprovechan que las víctimas, al encontrarse en estado de embriaguez, son más fáciles de atacar, debido a que son más lentas al reaccionar, ya sea para defenderse o huir del peligro.
“Siguen a sus víctimas y, cuando están solas, las atacan”, añadió Mollericona. Sin embargo, en el día, la inseguridad está al cargo de los descuidistas o lanceros. Adolescentes y jóvenes, muchos de ellos miembros de pandillas, son expertos en arrebatar celulares y carteras. Están protegidos por personas mayores, que en caso de que sean atrapados, son las encargadas de ayudarlos y liberarlos.
10 zonas de riesgo
1) Calle 1, cerca de la Alcaldía Quemada.
2) Calle 2, entre la avenida Antofagasta y 6 de Marzo.
3) Calle 3, entre la avenida Antofagasta y 6 de Marzo.
4) Plaza Cívica, cerca de la Alcaldía Quemada, sector de dominio de pandilleros.
5) Puente Distribuidor, sobre la avenida 6 de Marzo.
6) Avenida Antofagasta, cerca del llamado “Barrio Chino”.
7) Avenida Tiwanaku y sectores aledaños al mercado del pescado.
8) Avenida Franco Valle, sector de lenocinios y bares.
9) Avenida Jorge Carrasco, sector de lenocinios y bares.
10) Avenida 6 de Marzo, entre las calles 1 y 4, sector comercial.
Fuente: PIEB
Juan Carlos Chamorro
Fuente La Prensa
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