José Miguel Arévalo, conductor del noticiero matinal de la red ATB, descubrió su pasión por el periodismo desde niño, cuando acompañaba a su padre, Alfonso Toto Arévalo, todos los domingos a las coberturas de los partidos de fútbol.
“No importaba quién jugaba el partido, me encantaba observar el trabajo de mi papá”, cuenta Arévalo, de 23 años. Reconoce que el amor por el periodismo, en especial el deportivo, nació por el ejemplo de su padre, pero que asegura que la decisión de seguir esa carrera fue por una determinación personal. A los 17 años debutó por primera vez en el mundo de la televisión en el programa Deporte Total. Pero ya desde mucho más antes acompañaba y ayudaba a su papá en las coberturas periodísticas.
Hace dos años ingresó a la red ATB para encargarse de los espacios deportivos y después fue invitado a conducir noticias. “Fue un verdadero reto y cada día es un aprendizaje”, explica el joven de 23 años, quien también hizo prácticas en el área de sociedad, en el periódico La Razón. “Fue la primera vez que hice algo distinto a la cobertura deportiva y eso me ayudó bastante a conocer otras realidades”, dice.
Otro de los momentos que marcaron la vida de José Miguel fue cuando fue al Mundial de Francia, en 1998, junto a su padre. Tenía diez años y quedó impresionado con las salas de prensa internacionales y el ajetreo de los periodistas. “Lo único que sabía era que tenía que seguir este camino”, comenta.
En 2000, a los 14 años, también viajó al Mundial de Japón y en esa oportunidad fue nombrado como el periodista acreditado más joven de esa actividad deportiva.
José Miguel se siente afortunado y dice que su papá fue un apoyo en su carrera, pero ante todo un ejemplo. “Me siento orgulloso de tener un mentor, un guía”, cuenta. Pero asegura que no todo fue fácil, ya que cada día aprende algo nuevo en su trabajo.
“Lo más difícil de hacer periodismo es la responsabilidad que uno tiene con los televidentes”, dice.
Entre las muchas recomendaciones que su papá le dio en transcurso de las coberturas, las que jamás olvida, son: “Nunca tengas miedo de preguntar y nunca te sientas menos que los demás”. Pero una de las frases que tiene presente es: “Uno tiene que tener su propio estilo”. Esas palabras son una motivación para el joven periodista, ya que según cuenta continúa en la búsqueda de un estilo propio. Además, cada día trabaja para no defraudar la confianza que tiene en él su “maestro”.
Fuente Página Siete
“No importaba quién jugaba el partido, me encantaba observar el trabajo de mi papá”, cuenta Arévalo, de 23 años. Reconoce que el amor por el periodismo, en especial el deportivo, nació por el ejemplo de su padre, pero que asegura que la decisión de seguir esa carrera fue por una determinación personal. A los 17 años debutó por primera vez en el mundo de la televisión en el programa Deporte Total. Pero ya desde mucho más antes acompañaba y ayudaba a su papá en las coberturas periodísticas.
Hace dos años ingresó a la red ATB para encargarse de los espacios deportivos y después fue invitado a conducir noticias. “Fue un verdadero reto y cada día es un aprendizaje”, explica el joven de 23 años, quien también hizo prácticas en el área de sociedad, en el periódico La Razón. “Fue la primera vez que hice algo distinto a la cobertura deportiva y eso me ayudó bastante a conocer otras realidades”, dice.
Otro de los momentos que marcaron la vida de José Miguel fue cuando fue al Mundial de Francia, en 1998, junto a su padre. Tenía diez años y quedó impresionado con las salas de prensa internacionales y el ajetreo de los periodistas. “Lo único que sabía era que tenía que seguir este camino”, comenta.
En 2000, a los 14 años, también viajó al Mundial de Japón y en esa oportunidad fue nombrado como el periodista acreditado más joven de esa actividad deportiva.
José Miguel se siente afortunado y dice que su papá fue un apoyo en su carrera, pero ante todo un ejemplo. “Me siento orgulloso de tener un mentor, un guía”, cuenta. Pero asegura que no todo fue fácil, ya que cada día aprende algo nuevo en su trabajo.
“Lo más difícil de hacer periodismo es la responsabilidad que uno tiene con los televidentes”, dice.
Entre las muchas recomendaciones que su papá le dio en transcurso de las coberturas, las que jamás olvida, son: “Nunca tengas miedo de preguntar y nunca te sientas menos que los demás”. Pero una de las frases que tiene presente es: “Uno tiene que tener su propio estilo”. Esas palabras son una motivación para el joven periodista, ya que según cuenta continúa en la búsqueda de un estilo propio. Además, cada día trabaja para no defraudar la confianza que tiene en él su “maestro”.
Fuente Página Siete
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