Los guaraníes decidieron cerrar hoy la ruta Santa Cruz-Yacuiba en apoyo a la marcha. Los indígenas están en vigilia por la posibilidad de una intervención policial. Se espera la respuesta de Evo.
El despliegue táctico de la Policía en la ruta hacia La Paz y la movilización de colonizadores en Yucumo alertaron a los marchistas indígenas, pues temen que se dé una repentina intervención policiaca a la marcha que ahora acampa en La Embocada.
Los originarios se han declarado en vigilia, sostuvo Yenny Suárez, presidenta del comité de marcha. Suárez responsabilizó al Gobierno Nacional por ejercer presión sobre los indígenas a través de la fuerza pública y de la amenaza de contramarcha de colonizadores, de modo que se condicione el diálogo sobre su pliego petitorio.
“Nos tienen como prisioneros en La Embocada”, denunció Suárez anoche, porque a sus ojos la pasividad de la Policía frente a los cortes de ruta en Yucumo y el desplazamiento que ayer hicieron tres grupos de colonos hasta el campamento originario, muestran un afán por retener a la marcha en el último pueblo de Beni.
El diálogo quedó en puntos suspensivos hasta las primeras horas de hoy. El temor de los indígenas a una intervención es la cortina para la espera de soluciones que solo el presidente Evo Morales puede dar, dijeron los marchistas.
A Yucumo llegó un contingente de 465 efectivos de la Policía como relevo de la anterior compañía, indicó el coronel Mario Hinojosa. Estos fueron desplazados en tres campamentos: en las instalaciones de Umopar, en el área del Servicio de Caminos y en la comunidad de Limoncito, a ocho kilómetros de La Embocada y antes de llegar al bloqueo del puente San Lorenzo. Se ha ratificado que el objetivo de los uniformados es evitar la ‘colisión’ de marchistas con colonizadores.
Alrededor de las 7:30, un grupo de dirigentes de los colonizadores dejó el bloqueo del puente San Lorenzo en tres minibuses y llegó hasta La Embocada, donde los marchistas todavía descansaban. La presencia de los dirigentes campesinos en el lugar movilizó a la guardia indígena: se obligó a los campesinos a retirarse del lugar, poco antes de la llegada de la comisión de diálogo del Gobierno, presidida por Choquehuanca.
“Desde este momento nos declaramos en movilización”, sostuvo a su turno Jorge Mendoza, vicepresidente del comité de marcha. Mendoza indicó que hay preocupación por el despliegue de la Policía y de los campesinos, mientras que por otra parte el Gobierno habla de diálogo. Según el dirigente hay policías vestidos de civil que se han establecido en el campamento.
René Huasco, dirigente de los colonizadores interculturales de Yucumo, dijo que se estaba por definir la salida de una contramarcha de 2.000 campesinos hacia La Embocada para presionar a los marchistas. Huasco advirtió que se acaba la paciencia a los colonizadores.
La Policía no ha procedido a desbloquear por completo el puente San Lorenzo y los ministros Romero y Choquehuanca niegan que este corte de ruta afecte al tránsito en el lugar. “No hay bloqueo, es vigilia”, insiste Romero. Sin embargo, algunos conductores dijeron sentirse perjudicados porque no se les abrió el paso por más de tres horas.
Los ministros abandonaron San Borja después del mediodía, luego de que Choquehuanca dejó una carta a los dirigentes de la marcha, en la que los invitó a dialogar en La Paz con el presidente Evo Morales y demandó su participación en la consulta a las comunidades del Tipnis.
Este aspecto ha provocado reacciones airadas de parte de los dirigentes, que cuestionan que se quiere hacer la consulta después del convenio por el que el Estado brasileño se compromete a financiar el costo de esa vía (80%) y de aprobar el contrato entre el Estado boliviano y la constructora brasileña OAS. Los ministros han ratificado que la consulta es previa porque, según ellos, no hay diseño del segundo tramo.
Para esta mañana se espera una respuesta formal de parte del presidente Morale. Si el mandatario flexibiliza su posición respecto a bajar a dialogar a la marcha o aceptar el desvío del tramo dos de la carretera por fuera del Tipnis, el problema puede resolverse. De lo contrario, la marcha se reanuda con dirección a Yucumo.
El Deber
El despliegue táctico de la Policía en la ruta hacia La Paz y la movilización de colonizadores en Yucumo alertaron a los marchistas indígenas, pues temen que se dé una repentina intervención policiaca a la marcha que ahora acampa en La Embocada.
Los originarios se han declarado en vigilia, sostuvo Yenny Suárez, presidenta del comité de marcha. Suárez responsabilizó al Gobierno Nacional por ejercer presión sobre los indígenas a través de la fuerza pública y de la amenaza de contramarcha de colonizadores, de modo que se condicione el diálogo sobre su pliego petitorio.
“Nos tienen como prisioneros en La Embocada”, denunció Suárez anoche, porque a sus ojos la pasividad de la Policía frente a los cortes de ruta en Yucumo y el desplazamiento que ayer hicieron tres grupos de colonos hasta el campamento originario, muestran un afán por retener a la marcha en el último pueblo de Beni.
El diálogo quedó en puntos suspensivos hasta las primeras horas de hoy. El temor de los indígenas a una intervención es la cortina para la espera de soluciones que solo el presidente Evo Morales puede dar, dijeron los marchistas.
A Yucumo llegó un contingente de 465 efectivos de la Policía como relevo de la anterior compañía, indicó el coronel Mario Hinojosa. Estos fueron desplazados en tres campamentos: en las instalaciones de Umopar, en el área del Servicio de Caminos y en la comunidad de Limoncito, a ocho kilómetros de La Embocada y antes de llegar al bloqueo del puente San Lorenzo. Se ha ratificado que el objetivo de los uniformados es evitar la ‘colisión’ de marchistas con colonizadores.
Alrededor de las 7:30, un grupo de dirigentes de los colonizadores dejó el bloqueo del puente San Lorenzo en tres minibuses y llegó hasta La Embocada, donde los marchistas todavía descansaban. La presencia de los dirigentes campesinos en el lugar movilizó a la guardia indígena: se obligó a los campesinos a retirarse del lugar, poco antes de la llegada de la comisión de diálogo del Gobierno, presidida por Choquehuanca.
“Desde este momento nos declaramos en movilización”, sostuvo a su turno Jorge Mendoza, vicepresidente del comité de marcha. Mendoza indicó que hay preocupación por el despliegue de la Policía y de los campesinos, mientras que por otra parte el Gobierno habla de diálogo. Según el dirigente hay policías vestidos de civil que se han establecido en el campamento.
René Huasco, dirigente de los colonizadores interculturales de Yucumo, dijo que se estaba por definir la salida de una contramarcha de 2.000 campesinos hacia La Embocada para presionar a los marchistas. Huasco advirtió que se acaba la paciencia a los colonizadores.
La Policía no ha procedido a desbloquear por completo el puente San Lorenzo y los ministros Romero y Choquehuanca niegan que este corte de ruta afecte al tránsito en el lugar. “No hay bloqueo, es vigilia”, insiste Romero. Sin embargo, algunos conductores dijeron sentirse perjudicados porque no se les abrió el paso por más de tres horas.
Los ministros abandonaron San Borja después del mediodía, luego de que Choquehuanca dejó una carta a los dirigentes de la marcha, en la que los invitó a dialogar en La Paz con el presidente Evo Morales y demandó su participación en la consulta a las comunidades del Tipnis.
Este aspecto ha provocado reacciones airadas de parte de los dirigentes, que cuestionan que se quiere hacer la consulta después del convenio por el que el Estado brasileño se compromete a financiar el costo de esa vía (80%) y de aprobar el contrato entre el Estado boliviano y la constructora brasileña OAS. Los ministros han ratificado que la consulta es previa porque, según ellos, no hay diseño del segundo tramo.
Para esta mañana se espera una respuesta formal de parte del presidente Morale. Si el mandatario flexibiliza su posición respecto a bajar a dialogar a la marcha o aceptar el desvío del tramo dos de la carretera por fuera del Tipnis, el problema puede resolverse. De lo contrario, la marcha se reanuda con dirección a Yucumo.
El Deber
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