Se trata de Tejada Alpacoma, Alpacoma Bajo y San Miguel. En éstas viven unas 350 familias. El Centro de Operaciones de Emergencia pide deshabitar las casas.
Un estudio realizado por el Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (Sergeotecmin) señala que el deslizamiento en la zona de Tejada Alpacoma, en El Alto, tiene origen en una falla geológica que data de hace 15 años y que se extiende por al menos tres zonas.
Así lo señaló ayer Carlos Condori, responsable del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de El Alto, quien urgió a las familias que habitan en la zona a desalojar sus viviendas como medida preventiva y ante el riesgo de que el deslizamiento del talud (inclinación de un terreno), que se registró entre 25 y 26 de diciembre, se extienda hacia los domicilios.
“Lo que pasa en la zona tiene un antecedente de 15 a 16 años atrás, e incluso hace mucho más. Ese lugar (Alpacoma) es inestable, siempre ha presentado fallas geológicas, según el informe de Sergeotecmin”, afirmó Condori.
“En el sector donde está el deslizamiento —continuó Condori—, estamos hablando de tres zonas específicas. Tejada Alpacoma, Alpacoma Bajo y San Miguel son las zonas que de alguna manera están en alerta”.
El talud que se deslizó a inicios de semana fue emplazado a fines de 2010 e inicios de 2011. De acuerdo con la información del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (Gamea), este proyecto demandó una inversión de 469 mil bolivianos.
El detalle
Según el informe de Sergeotecmin, la falla geológica identificada se inicia en la zona de Río Abajo y se extiende hasta la zona donde se ubica el Aeropuerto Internacional de El Alto.
“Los vecinos tienen que entender que sus viviendas están propensas a cualquier caso de deslizamiento. Nosotros como COE hemos sugerido hacer una evacuación para resguardar las viviendas y la vida de sus habitantes”, indicó Condori.
Según el COE, en el lugar habitan alrededor de 350 familias.
El miércoles, el alcalde de El Alto, Édgar Patana, anunció la reubicación de los habitantes de al menos 15 viviendas que están a 10 metros del deslizamiento.
En la zona de Alpacoma la mayoría de las familias se dedica a la fabricación de ladrillos.
El presidente de la junta vecinal, Martín Cañaviri, adelantó que ninguna familia dejará su vivienda y demandó del municipio medidas para evitar más deslizamientos.
Tareas
Condori replicó indicando que desde el deslizamiento del talud, el COE y personal de la Alcaldía iniciaron las labores para estabilizar el suelo e impedir que la tierra continúe descendiendo.
El funcionario descartó el ingreso de maquinaria pesada a la zona en tanto continúen las lluvias “porque sería muy riesgoso realizar tareas en una zona inestable y mojada”.
Vecinos no dejarán sus viviendas
El temor entre las familias de Tejada Alpacoma, en el Distrito 1, es permanente; sin embargo, ninguna está dispuesta a dejar su vivienda, pese a la alerta de un posible deslizamiento.
“No nos vamos a ir porque a nosotros nos ha costado mucho trabajo (nuestra casas). Yo tengo que trabajar con mis tres hijos para mis 12 nietos, así que no me voy a mover de mi casa, y si me voy a ir me tienen que pagar todo el monto que he invertido”, dijo Martha C., una vecina de la zona.
Martín Cañaviri, presidente de la junta de vecinos, afirmó a su vez que “no se dará ningún deslizamiento, lo que pasa es que el relleno que la Alcaldía pone en el lugar se baja cada año con las filtraciones que hay en la zona. Sólo tratan de intimidarnos”.
Cambio
Un estudio realizado por el Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (Sergeotecmin) señala que el deslizamiento en la zona de Tejada Alpacoma, en El Alto, tiene origen en una falla geológica que data de hace 15 años y que se extiende por al menos tres zonas.
Así lo señaló ayer Carlos Condori, responsable del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de El Alto, quien urgió a las familias que habitan en la zona a desalojar sus viviendas como medida preventiva y ante el riesgo de que el deslizamiento del talud (inclinación de un terreno), que se registró entre 25 y 26 de diciembre, se extienda hacia los domicilios.
“Lo que pasa en la zona tiene un antecedente de 15 a 16 años atrás, e incluso hace mucho más. Ese lugar (Alpacoma) es inestable, siempre ha presentado fallas geológicas, según el informe de Sergeotecmin”, afirmó Condori.
“En el sector donde está el deslizamiento —continuó Condori—, estamos hablando de tres zonas específicas. Tejada Alpacoma, Alpacoma Bajo y San Miguel son las zonas que de alguna manera están en alerta”.
El talud que se deslizó a inicios de semana fue emplazado a fines de 2010 e inicios de 2011. De acuerdo con la información del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (Gamea), este proyecto demandó una inversión de 469 mil bolivianos.
El detalle
Según el informe de Sergeotecmin, la falla geológica identificada se inicia en la zona de Río Abajo y se extiende hasta la zona donde se ubica el Aeropuerto Internacional de El Alto.
“Los vecinos tienen que entender que sus viviendas están propensas a cualquier caso de deslizamiento. Nosotros como COE hemos sugerido hacer una evacuación para resguardar las viviendas y la vida de sus habitantes”, indicó Condori.
Según el COE, en el lugar habitan alrededor de 350 familias.
El miércoles, el alcalde de El Alto, Édgar Patana, anunció la reubicación de los habitantes de al menos 15 viviendas que están a 10 metros del deslizamiento.
En la zona de Alpacoma la mayoría de las familias se dedica a la fabricación de ladrillos.
El presidente de la junta vecinal, Martín Cañaviri, adelantó que ninguna familia dejará su vivienda y demandó del municipio medidas para evitar más deslizamientos.
Tareas
Condori replicó indicando que desde el deslizamiento del talud, el COE y personal de la Alcaldía iniciaron las labores para estabilizar el suelo e impedir que la tierra continúe descendiendo.
El funcionario descartó el ingreso de maquinaria pesada a la zona en tanto continúen las lluvias “porque sería muy riesgoso realizar tareas en una zona inestable y mojada”.
Vecinos no dejarán sus viviendas
El temor entre las familias de Tejada Alpacoma, en el Distrito 1, es permanente; sin embargo, ninguna está dispuesta a dejar su vivienda, pese a la alerta de un posible deslizamiento.
“No nos vamos a ir porque a nosotros nos ha costado mucho trabajo (nuestra casas). Yo tengo que trabajar con mis tres hijos para mis 12 nietos, así que no me voy a mover de mi casa, y si me voy a ir me tienen que pagar todo el monto que he invertido”, dijo Martha C., una vecina de la zona.
Martín Cañaviri, presidente de la junta de vecinos, afirmó a su vez que “no se dará ningún deslizamiento, lo que pasa es que el relleno que la Alcaldía pone en el lugar se baja cada año con las filtraciones que hay en la zona. Sólo tratan de intimidarnos”.
Cambio
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