En medio de dolor, familiares, periodistas y vecinos de la urbe alteña dieron ayer el último adiós a Verónica y Víctor Hugo Peñasco, asesinados el pasado fin de semana.
Durante su traslado de los restos mortales a sus poblaciones de origen, la indignación de los acompañantes rebasó los límites, porque tenía conocimiento que la Policía desarticuló haca algunas semanas una banda que operaba en minibuses y taxis.
“Los minibuseros y los taxistas son delincuentes, cogoteros, ustedes son cómplices de los ladrones”, exclamaban en medio de sollozos.
Algunas autoridades de la Asamblea Legislativa fueron abucheadas por los vecinos, quienes los acusaron de no realizar ninguna acción para protegerlos.
Durante la marcha, familiares, vecinos, amigos y comunicadores exigieron la renuncia del Alcalde de El Alto, así como del presidente de la Federación de Juntas de Vecinos (Fejuve) y de todo su directorio debido a la falta de acción ante la inseguridad ciudadana.
Asimismo, pidieron la destitución del máximo dirigente de la Central Obrera Regional (COR), Remigio Condori, por no haberse pronunciado ante la ola de inseguridad ciudadana por la que atraviesa la población.
En tanto, familiares de los dos periodistas fallecidos pidieron que el Gobierno instaure una ley que permita castigar a los “cogoteros” con la pena de muerte, para que los antisociales por temor dejen de cometer actos ilícitos en la ciudad.
La tía de los hermanos fallecidos, Ángela Layme, mientras realizaba su paso en una marcha que despidió los cuerpos, exigió justicia para sus sobrinos, exigiendo a la Policía que encuentre a los antisociales que segaron la vida de sus seres queridos.
Igualmente solicitaron a la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, no olvidar a sus compañeros periodistas fallecidos y ayude a instaurar mayores medidas de seguridad para el trabajo periodístico.
Igualmente vecinos se sumaron al pedido de los familiares e indicaron que no descansarán hasta que se termine con los homicidios en la urbe alteña.
El Diario
Durante su traslado de los restos mortales a sus poblaciones de origen, la indignación de los acompañantes rebasó los límites, porque tenía conocimiento que la Policía desarticuló haca algunas semanas una banda que operaba en minibuses y taxis.
“Los minibuseros y los taxistas son delincuentes, cogoteros, ustedes son cómplices de los ladrones”, exclamaban en medio de sollozos.
Algunas autoridades de la Asamblea Legislativa fueron abucheadas por los vecinos, quienes los acusaron de no realizar ninguna acción para protegerlos.
Durante la marcha, familiares, vecinos, amigos y comunicadores exigieron la renuncia del Alcalde de El Alto, así como del presidente de la Federación de Juntas de Vecinos (Fejuve) y de todo su directorio debido a la falta de acción ante la inseguridad ciudadana.
Asimismo, pidieron la destitución del máximo dirigente de la Central Obrera Regional (COR), Remigio Condori, por no haberse pronunciado ante la ola de inseguridad ciudadana por la que atraviesa la población.
En tanto, familiares de los dos periodistas fallecidos pidieron que el Gobierno instaure una ley que permita castigar a los “cogoteros” con la pena de muerte, para que los antisociales por temor dejen de cometer actos ilícitos en la ciudad.
La tía de los hermanos fallecidos, Ángela Layme, mientras realizaba su paso en una marcha que despidió los cuerpos, exigió justicia para sus sobrinos, exigiendo a la Policía que encuentre a los antisociales que segaron la vida de sus seres queridos.
Igualmente solicitaron a la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, no olvidar a sus compañeros periodistas fallecidos y ayude a instaurar mayores medidas de seguridad para el trabajo periodístico.
Igualmente vecinos se sumaron al pedido de los familiares e indicaron que no descansarán hasta que se termine con los homicidios en la urbe alteña.
El Diario
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