Cerca de 200 comerciantes sin puesto fijo se instalaron en las veredas de la avenida Bolívar, en la mañana de ayer, día del tradicional remate.
Después, siete guardias municipales intentaron decomisar mercadería a las 13:15, aproximadamente, alegando que estaba prohibido el asentamiento de puestos de venta en el lugar.
Esto ocasionó protestas de los ambulantes y bloquearon el paso a las movilidades que se dirigían al estadio Hernando Siles.
“¡Queremos vender!”, corearon los vendedores. Algunos lloraron de impotencia.
“Todos los años venimos a vender en el último día de la Alasita. Tengo una hija en el hospital y necesito dinero para curarla”, dijo llorando Roxana López, quien aseguró vender refresco.
Minutos más tarde, decenas de alasiteros se tomaron la tarea de desbloquear a la fuerza, distinguiéndose con brazaletes. A empujones, obligaron a los ambulantes a levantar el bloqueo que habían instalado en la calle. “No queremos ambulantes. Es que nos quitan la venta. Esperamos este día para lograr vender y vienen ellos a quitarnos la venta más importante de la feria”, afirmó Sergio Quenta, perteneciente a la Asociación de Artesanos Creativos de La Paz.
En eso llegó un taxi con mercadería para los ambulantes que enojó a los artesanos.
“Ándate de aquí, no hay campo para ambulantes”, dijo un feriante, quien luego dio un golpe a la parte trasera del vehículo.
Esto provocó una trifulca entre ambos bandos. Muchas personas respondieron los golpes con jalones de cabellos y arañazos. Segundos más tarde la pelea se detuvo.
Diálogo infructuoso
Uno de los dirigentes de la feria de miniaturas, Remigio Mendoza, indujo al diálogo en la Intendencia Municipal, ubicada cerca del lugar.
Una funcionaria de la institución edil, quien no quiso identificarse ni dar información, negoció con los comerciantes en pugna para que los ambulantes no vendan los mismos productos que se ofrecen en los puestos fijos de la Feria de Alasita.
Sin embargo, los artesanos no estuvieron de acuerdo y convencieron a la Intendencia de expulsar a los ambulantes.
Aunque los gendarmes decomisaban parte de la mercadería de los ambulantes, esto no impidió que los comerciantes regresen al lugar. Una de ellas, señora de la tercera edad, fue despojada por la fuerza de sus productos, pese a que defendió su puesto móvil golpeando con varas de metal.
Página Siete observó que al terminar la tarde de ayer los ambulantes continuaban la venta en las aceras de la avenida Bolívar.
Página Siete
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