Sin especular, con un esquema abierto y siempre hacia el frente, San José dio una lección de contundencia ofensiva a La Paz Fútbol Club y le arrebató tres puntos en el estadio Hernando Siles.

De la mano del diminuto, pero talentoso volante Miguel Loayza y del hambre de gol del uruguayo Alvaro Pintos, el equipo de Marcos Ferrufino estructuró un contundente 3 a 1, que no deja dudas de quien mandó en la cancha.

Doble mérito, además, porque partió perdiendo y dio vuelta a un marcador adverso y aparentemente justo para el equipo azulgrana, que entró a la cancha como una tromba pero terminó como una brisa.

Además, el plantel de Oscar Sanz desperdició la mejor oportunidad de cambiar la historia del partido al fallar un penal a los 45 minutos del primer tiempo, cuando el marcador estaba empatado 1 a 1.

Ese error garrafal de los hombres del onceno paceño fue letal en el estado de ánimo y en el rendimiento del segundo tiempo, en el que la desesperación y los nervios terminaron de sepultar las aspiraciones de sumar su primera victoria de local.

La desesperación se reflejó en la actitud del entrenador Oscar Sanz, siempre correcto y a veces hasta inexpresivo, que perdió el control y la calma y tuvo que ser expulsado por el árbitro del partido.

Carlos Saucedo a los 16 del complemento tras gran centro de Loayza anotó el segundo para San José y el propio Loayza a los 35 de ese periodo, después de varios toques que “fracturaron” la cintura de varios defensores, liquidó el pleito y dejó una gran duda sobre el rendimiento futuro de La Paz Fútbol Club, que carga sobre sus espaldas la amenaza del descenso de categoría.

El Diario