Iba ganando por 1-0, había regalado al menos tres opciones clarísimas de gol y el público atigrado empezaba a festejar, porque la victoria es lo que cuenta en estos casos. Y, a dos minutos del final llegó el empate para Internacional, en el partido por Copa Libertadores disputado anoche en el estadio Hernando Siles.
Esa jugada no era necesaria verla en repetición, porque el gol llegó por gárgaras, lentamente. Un tiro libre en medio terreno permitió a Rodrigo levantar el centro al área, Vaca se quedó bajo su pórtico mirando la acción, Ojeda se dio la vuelta para no recibir un pelotazo y Jair Torrico se quedó paralizado ante Dagoberto, que intentó rematar y no pudo, hizo un segundo intento y el balón ingresó lentamente por el lado izquierdo mientras el portero atigrado estaba en el otro lado. Un gol en cámara lenta.
The Strongest fue un equipo motivado, empeñoso, pero también miedoso. Le costó llegar al gol a través de Rodrigo Ramallo con la punta de la zapatilla, tras una hábil jugada de Gerson García por el carril izquierdo. Eso ocurrió a los 46 del primer periodo. Y lo que con tanto esfuerzo consiguió lo perdió en una desconcentración defensiva.
Con ese acicate, con esa ventaja empezó el segundo tiempo para los atigrados, que parecían estar mejor parados que los brasileños en el terreno. Chumacero tenía el panorama libre para ir al ataque, Sacha Lima se veía criterioso, el empeño de Escobar y la llegada de los laterales parecía anunciar el segundo gol, pero faltaba el toque final, la jugada sencilla.
Algo raro le pasaba al equipo gualdinegro en el área rival, llegaban sin fuerzas, les faltaba el remate certero, carecían de fortaleza física y pasaban los minutos mientras el rival respiraba. Como el gol no llegaba, el equipo local empezó a mirar el reloj y a perder el tiempo, hasta que llegó la jugada del gol del empate, ya era demasiado tarde como para recuperar el terreno perdido.
De aquel tanto al final del encuentro mediaba segundos, Internacional cerró líneas y The Strongest intentó recuperarse, las piernas pesaban y el ánimo no era de los mejores.
Con el punto logrado en casa, The Strongest suma siete unidades al igual que Internacional, pero su agenda es complicada porque debe visitar al Juan Aurich y al Santos, como para pensar den milagros más que en realidades, el empate de anoche tiene casi la misma dimensión de una derrota y así lo entendieron los jugadores atigrados, aunque en las entrevistas siempre sale a relucir la expresión: “en el fútbol puede ocurrir cualquier cosa”.
El partido de ayer hay que incorporarlo en los registros de los encuentros en los que los equipos bolivianos sacan una ventaja y no terminan por completar el círculo, sea porque se quedan, porque les falta resto físico o simplemente falta el carácter de los equipos bien constituidos.
LA FIGURA
Muriel, fue la figura de este partido, el guardameta brasileño evitó muchas posibilidades manifiestas de gol por parte del equipo atigrado.
En muchas ocasiones el guardameta salvósu portería, fue partícipe evitando jugadas de peligro, despejando remates quizás inatajables para otros guardametas, evitando que The Strongest cumpla su objetivo, el de convertir el gol del triunfo.
El guardameta brasileño, aguantó todo el partido remates de Pablo Escobar, Sacha Lima y, Ernesto Cristaldo entre otros jugadores, este último tuvo grandes posibilidades de convertir, Muriel se convirtió en su verdugo y en el salvador del Internacional.
Rayó a gran nivel Cristaldo, jugador que comenzó el partido de menos a más, se puso el equipo al hombro, contagiando su carácter explosivo al resto del elenco, por lo cual, el equipo atigrado fue más agresivo, vanos fueron los esfuerzos, ya que sus delanteros se mostraron poco efectivos y eficaces a la hora de definir.
La presencia de Muriel permitió que el Internacional, consiga un punto de oro en la ciudad de La Paz.
El Diario
Esa jugada no era necesaria verla en repetición, porque el gol llegó por gárgaras, lentamente. Un tiro libre en medio terreno permitió a Rodrigo levantar el centro al área, Vaca se quedó bajo su pórtico mirando la acción, Ojeda se dio la vuelta para no recibir un pelotazo y Jair Torrico se quedó paralizado ante Dagoberto, que intentó rematar y no pudo, hizo un segundo intento y el balón ingresó lentamente por el lado izquierdo mientras el portero atigrado estaba en el otro lado. Un gol en cámara lenta.
The Strongest fue un equipo motivado, empeñoso, pero también miedoso. Le costó llegar al gol a través de Rodrigo Ramallo con la punta de la zapatilla, tras una hábil jugada de Gerson García por el carril izquierdo. Eso ocurrió a los 46 del primer periodo. Y lo que con tanto esfuerzo consiguió lo perdió en una desconcentración defensiva.
Con ese acicate, con esa ventaja empezó el segundo tiempo para los atigrados, que parecían estar mejor parados que los brasileños en el terreno. Chumacero tenía el panorama libre para ir al ataque, Sacha Lima se veía criterioso, el empeño de Escobar y la llegada de los laterales parecía anunciar el segundo gol, pero faltaba el toque final, la jugada sencilla.
Algo raro le pasaba al equipo gualdinegro en el área rival, llegaban sin fuerzas, les faltaba el remate certero, carecían de fortaleza física y pasaban los minutos mientras el rival respiraba. Como el gol no llegaba, el equipo local empezó a mirar el reloj y a perder el tiempo, hasta que llegó la jugada del gol del empate, ya era demasiado tarde como para recuperar el terreno perdido.
De aquel tanto al final del encuentro mediaba segundos, Internacional cerró líneas y The Strongest intentó recuperarse, las piernas pesaban y el ánimo no era de los mejores.
Con el punto logrado en casa, The Strongest suma siete unidades al igual que Internacional, pero su agenda es complicada porque debe visitar al Juan Aurich y al Santos, como para pensar den milagros más que en realidades, el empate de anoche tiene casi la misma dimensión de una derrota y así lo entendieron los jugadores atigrados, aunque en las entrevistas siempre sale a relucir la expresión: “en el fútbol puede ocurrir cualquier cosa”.
El partido de ayer hay que incorporarlo en los registros de los encuentros en los que los equipos bolivianos sacan una ventaja y no terminan por completar el círculo, sea porque se quedan, porque les falta resto físico o simplemente falta el carácter de los equipos bien constituidos.
LA FIGURA
Muriel, fue la figura de este partido, el guardameta brasileño evitó muchas posibilidades manifiestas de gol por parte del equipo atigrado.
En muchas ocasiones el guardameta salvósu portería, fue partícipe evitando jugadas de peligro, despejando remates quizás inatajables para otros guardametas, evitando que The Strongest cumpla su objetivo, el de convertir el gol del triunfo.
El guardameta brasileño, aguantó todo el partido remates de Pablo Escobar, Sacha Lima y, Ernesto Cristaldo entre otros jugadores, este último tuvo grandes posibilidades de convertir, Muriel se convirtió en su verdugo y en el salvador del Internacional.
Rayó a gran nivel Cristaldo, jugador que comenzó el partido de menos a más, se puso el equipo al hombro, contagiando su carácter explosivo al resto del elenco, por lo cual, el equipo atigrado fue más agresivo, vanos fueron los esfuerzos, ya que sus delanteros se mostraron poco efectivos y eficaces a la hora de definir.
La presencia de Muriel permitió que el Internacional, consiga un punto de oro en la ciudad de La Paz.
El Diario
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