Oruro, 20 de abril.- Más de tres mil cooperativistas mineros de la mina San José pidieron a las autoridades de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) una ayuda inmediata para frenar la inundación de los niveles más bajos, porque pone en riesgo la vida de los trabajadores que siguen explotando concentrados de plata, plomo y zinc.
Los cooperativistas efectuaron ayer la inspección de la mina, junto a periodistas de esta ciudad, para mostrar el inminente peligro en que se encuentran diferentes lugares de trabajo. Los niveles 480 y 420 están inundados, pero también está afectando el nivel 340, donde los trabajadores se encuentran rescatando minerales.
La Cooperativa Nueva San José –según el minero Jorge Calle-, pidió varias veces la cooperación de Comibol para mantener en actividad esa mina, pero hasta la fecha no se logró atención de parte de las autoridades. Por eso, pidió que esas autoridades visiten la mina, para ver las condiciones en que se está trabajando.
Otro trabajador minero, Edwin Fuentes, dijo que el nivel “está muy alto y pone en riesgo la vida de tres a cuatro mil mineros que todos los días están en este lugar, cumpliendo su trabajo para mantener sus familias”.
Los problemas de inundaciones en la mina San José y la mina de Itos, que se encuentra a su lado, ocurren desde hace dos años, cuando la Cooperativa Multiactiva Corazón de Jesús había realizado el bombeo de las aguas ácidas, para recuperar el nivel 380. Desde julio del 2010 hasta la fecha, poco se hizo para limpiar las aguas.
Las cooperativas Nueva San José de Itos, 10 de Febrero de San José y la Cooperativa Multiactiva Corazón de Jesús dejarían de trabajar en esos lugares que forman parte de la propiedad de Comibol. Esta institución, hace dos años, abandonó ese trabajo, porque advirtió que no puede utilizar recursos en lugares donde no están explotando.
Según el director de cooperativas de la Gobernación de Oruro, Eduardo Berdeja, al concretarse la inundación de los diferentes niveles de la mina, “prácticamente ya no existe mineral y no se puede mantener a las familias de casi cinco mil cooperativistas y, con eso, se estaría concretando una masiva relocalización de los trabajadores”.
Consideró que la situación es muy delicada, porque los mineros están retrocediendo poco a poco, dejando los niveles más bajos y ahora se encuentran en el nivel 340 que también está inundándose, destruyendo la maquinaria y herramientas que estaban en esos lugares de trabajo.
El Diario
Los cooperativistas efectuaron ayer la inspección de la mina, junto a periodistas de esta ciudad, para mostrar el inminente peligro en que se encuentran diferentes lugares de trabajo. Los niveles 480 y 420 están inundados, pero también está afectando el nivel 340, donde los trabajadores se encuentran rescatando minerales.
La Cooperativa Nueva San José –según el minero Jorge Calle-, pidió varias veces la cooperación de Comibol para mantener en actividad esa mina, pero hasta la fecha no se logró atención de parte de las autoridades. Por eso, pidió que esas autoridades visiten la mina, para ver las condiciones en que se está trabajando.
Otro trabajador minero, Edwin Fuentes, dijo que el nivel “está muy alto y pone en riesgo la vida de tres a cuatro mil mineros que todos los días están en este lugar, cumpliendo su trabajo para mantener sus familias”.
Los problemas de inundaciones en la mina San José y la mina de Itos, que se encuentra a su lado, ocurren desde hace dos años, cuando la Cooperativa Multiactiva Corazón de Jesús había realizado el bombeo de las aguas ácidas, para recuperar el nivel 380. Desde julio del 2010 hasta la fecha, poco se hizo para limpiar las aguas.
Las cooperativas Nueva San José de Itos, 10 de Febrero de San José y la Cooperativa Multiactiva Corazón de Jesús dejarían de trabajar en esos lugares que forman parte de la propiedad de Comibol. Esta institución, hace dos años, abandonó ese trabajo, porque advirtió que no puede utilizar recursos en lugares donde no están explotando.
Según el director de cooperativas de la Gobernación de Oruro, Eduardo Berdeja, al concretarse la inundación de los diferentes niveles de la mina, “prácticamente ya no existe mineral y no se puede mantener a las familias de casi cinco mil cooperativistas y, con eso, se estaría concretando una masiva relocalización de los trabajadores”.
Consideró que la situación es muy delicada, porque los mineros están retrocediendo poco a poco, dejando los niveles más bajos y ahora se encuentran en el nivel 340 que también está inundándose, destruyendo la maquinaria y herramientas que estaban en esos lugares de trabajo.
El Diario
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