Los hijos preadolescentes comienzan a tener algunas características en su conducta que exigen de los padres mucha paciencia y creatividad. Es una etapa de modificaciones en sus vidas y requieren de un adulto seguro, firme, pero al mismo tiempo flexible y comprensivo, dice la sicopedagoga Cynthia T. Rivero Elder, de la clínica Neurocenter, cuando le consultamos respecto al tema de hoy, en qué manera o medida castigar al niño cuando tienen una conducta inadecuada.
Comunicación. Ante ello, la especialista indica que cuando existe una falta o indisciplina, lo primero que se debe hacer es conversar sobre la regla transgredida y de ninguna manera llegar a la agresión física. En este sentido, es importante escuchar sin juzgar demasiado, aclarando que hay obligaciones que se tienen que cumplir. "Si hay violencia física, el niño lo que va aprender es que las cosas se arreglan con agresión", subraya.
Firmeza en la decisión. Entre las medidas que deben tomar para disciplinar son las prohibiciones de salidas, de mirar televisión o prohibirle la internet. Lo importante es estar firme en los límites que les ponemos, pero dándoles una explicación, enfatizando en que primero están las obligaciones antes del placer y así ellos entenderán de que la medida es para corregir su conducta.
No farsear la autoridad. Evite demostrar quién tiene más poder, ya que cuando nos ponemos en esta situación podemos salir perdiendo todos: "nosotros porque nos faltan al respeto, nos enojamos y mostramos una imagen no muy agradable, y ellos se pueden alterar emocionalmente y esto puede causar una relación conflictiva donde se puede perder el respeto por la autoridad".
Controlarse. La sicopedagoga recomienda que al momento de hablar mantenga la serenidad y trate de controlar los arranques de ira o desesperación. Si está por bajar los brazos o perder los estribos en la puesta de límites en su hijo, pida ayuda a su pareja o tómese un tiempo, dejando la discusión para después, diciendo que esto lo seguirán hablando en otro momento porque ahora las cosas no están claras. Tómese un tiempo y ponga la mente más fría para tomar la decisión correcta. De lo contrario corre el riesgo de que la medida no tenga buenos resultados.
Comunicación. Ante ello, la especialista indica que cuando existe una falta o indisciplina, lo primero que se debe hacer es conversar sobre la regla transgredida y de ninguna manera llegar a la agresión física. En este sentido, es importante escuchar sin juzgar demasiado, aclarando que hay obligaciones que se tienen que cumplir. "Si hay violencia física, el niño lo que va aprender es que las cosas se arreglan con agresión", subraya.
Firmeza en la decisión. Entre las medidas que deben tomar para disciplinar son las prohibiciones de salidas, de mirar televisión o prohibirle la internet. Lo importante es estar firme en los límites que les ponemos, pero dándoles una explicación, enfatizando en que primero están las obligaciones antes del placer y así ellos entenderán de que la medida es para corregir su conducta.
No farsear la autoridad. Evite demostrar quién tiene más poder, ya que cuando nos ponemos en esta situación podemos salir perdiendo todos: "nosotros porque nos faltan al respeto, nos enojamos y mostramos una imagen no muy agradable, y ellos se pueden alterar emocionalmente y esto puede causar una relación conflictiva donde se puede perder el respeto por la autoridad".
Controlarse. La sicopedagoga recomienda que al momento de hablar mantenga la serenidad y trate de controlar los arranques de ira o desesperación. Si está por bajar los brazos o perder los estribos en la puesta de límites en su hijo, pida ayuda a su pareja o tómese un tiempo, dejando la discusión para después, diciendo que esto lo seguirán hablando en otro momento porque ahora las cosas no están claras. Tómese un tiempo y ponga la mente más fría para tomar la decisión correcta. De lo contrario corre el riesgo de que la medida no tenga buenos resultados.
El Sol
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