La Paz, 18 Jun.- La falta de coordinación informativa al interior del Gobierno provocó el conflicto en la mina Colquiri, según evaluación que hizo este lunes el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Trujillo.

“Sin duda que mucho influyó la descoordinación y desinformación informativa en el mismo Gobierno para que se desate el enfrentamiento entre mineros en Colquiri”, dijo.

Trujillo admitió que el viernes 8 un viceministro estaba en Colquiri reunido con miembros de la cooperativa 26 de febrero, llegando a un acuerdo con el empresa Sichi Wayra para explotar la veta Rosario.

Agregó que el mismo día en La Paz se reunían la COB, federación de mineros y sindicato de Colquiri con el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, analizando el pedido de nacionalización de la mina Colquiri.

“Es evidente que hubo descoordinación informativa entre ellos (Gobierno) y eso provocó un conflicto que nos preocupa y alarma porque se enfrentaron entre hermanos mineros”.

Trujillo está convencido que se requiere “una solución política” para restablecer la calma en Colquiri y otros yacimientos mineros.

También rechazó amenazas de dirigentes de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) para movilizar a sus afiliados para presionar en contra de los trabajadores de la minería estatal.

“Somos mineros, una misma clase. Todos somos uno. No queremos recibir ninguna amenaza. La gente de Fencomin debe actuar con más humildad”, destacó el sindicalista.

Trujillo participó el fin de semana en Oruro en prolongada reunión de pacificación en la mina Colquiri, restando un acuerdo definitivo sobre los parajes a ser explotados por las cooperativas mineras que operan en Colquiri.

“Hay un cuarto intermedio y resta definir áreas de producción para los mineros de Colquiri y para los mineros cooperativistas”, agregó.

La consigna del sindicato minero de Colquiri y la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia es recuperar varias vetas para ser explotadas por Comibol, sin embargo las cooperativas insisten en el control de la veta Rosario, un rico yacimiento de estaño que tendría unos cuatro metros de ancho y 500 metros de profundidad.