La Paz, 23 jun.- La ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Teresa Morales, denunció el sábado por la tarde varias amenazas para interferir el diálogo con los policías que están movilizados en demanda de un incremento salarial, pero ratificó la predisposición gubernamental para seguir trabajando en las propuestas que, reveló, tienen grandes avances.
En una improvisada conferencia de prensa, explicó que recibieron la amenaza de una movilización que se dirigía al edificio del Viceministerio de Régimen Interior donde se instaló el diálogo con los policías, aparentemente impulsada por un sector disconforme con los avances que se están logrando.
"Estamos avanzando a buena velocidad y esto es lo que seguramente ha incomodado a algunos policías que han venido a interrumpir con violencia este diálogo. Este avance ha sido interrumpido por una amenaza de una movilización que llegaba al Viceministerio", denunció.
No obstante, dijo que los ministros, técnicos y otras autoridades que participan en el diálogo están dispuestos a continuar con el trabajo "a pesar de las amenazas".
"Han intentado acabar el dialogo pero no lo van a lograr en tanto el Gobierno esté aquí con sus técnicos y sus ministros buscando soluciones. Decirle a la población que no nos vamos a cansar de trabajar por el dialogo, que ni las amenazas nos van a dejar de lado de esta posibilidad", complementó.
Explicó que en el tema salarial, virtualmente existe un acuerdo que supera la demanda inicial de los policías que están movilizados en todo el país, al igual que en los otros puntos del pliego de peticiones, como la revisión a la Ley de Régimen Disciplinario (Ley 101) y de la demanda de mejorar la cantidad y la calidad de la ración seca.
"Los avances de anoche fueron sustantivos. Los avances de hoy también eran sustantivos con los temas de la ley 101 y con los temas de la ración seca que tenían problemas de la cantidad y calidad", fundamentó.
Insistió que esos avances sustantivos incomodaron a algunos policías que "están buscando la confrontación y no el diálogo".
Horas antes, el Ministro de Gobierno, Carlos Romero, precisó que aplicando el decreto de incremento salarial, promulgado el pasado 1 de mayo, que en el caso de la policía se implementa con una fórmula inversamente proporcional, el sueldo mínimo policial se estableció en 1.496 bolivianos.
A ese monto, Romero informó que el Gobierno ofreció 400 bolivianos asignados como bono de Seguridad Ciudadana, con los que el salario mínimo policial sube a 1.846 bolivianos, además de 200 bolivianos que se ofrecieron en la primera reunión, monto que inicialmente se debía aplicar desde junio, pero que se acordó en la reunión del viernes por la noche pagar de forma retroactiva desde enero de este año.
"De tal manera que con esta suma alcanzan los 2.046 bolivianos para el policía de menor ingreso en toda la planilla, pero adicionalmente en la madrugada se ha ofrecido una segunda ración seca anual (víveres), cada una de 640 bolivianos", complementó Romero.
En una improvisada conferencia de prensa, explicó que recibieron la amenaza de una movilización que se dirigía al edificio del Viceministerio de Régimen Interior donde se instaló el diálogo con los policías, aparentemente impulsada por un sector disconforme con los avances que se están logrando.
"Estamos avanzando a buena velocidad y esto es lo que seguramente ha incomodado a algunos policías que han venido a interrumpir con violencia este diálogo. Este avance ha sido interrumpido por una amenaza de una movilización que llegaba al Viceministerio", denunció.
No obstante, dijo que los ministros, técnicos y otras autoridades que participan en el diálogo están dispuestos a continuar con el trabajo "a pesar de las amenazas".
"Han intentado acabar el dialogo pero no lo van a lograr en tanto el Gobierno esté aquí con sus técnicos y sus ministros buscando soluciones. Decirle a la población que no nos vamos a cansar de trabajar por el dialogo, que ni las amenazas nos van a dejar de lado de esta posibilidad", complementó.
Explicó que en el tema salarial, virtualmente existe un acuerdo que supera la demanda inicial de los policías que están movilizados en todo el país, al igual que en los otros puntos del pliego de peticiones, como la revisión a la Ley de Régimen Disciplinario (Ley 101) y de la demanda de mejorar la cantidad y la calidad de la ración seca.
"Los avances de anoche fueron sustantivos. Los avances de hoy también eran sustantivos con los temas de la ley 101 y con los temas de la ración seca que tenían problemas de la cantidad y calidad", fundamentó.
Insistió que esos avances sustantivos incomodaron a algunos policías que "están buscando la confrontación y no el diálogo".
Horas antes, el Ministro de Gobierno, Carlos Romero, precisó que aplicando el decreto de incremento salarial, promulgado el pasado 1 de mayo, que en el caso de la policía se implementa con una fórmula inversamente proporcional, el sueldo mínimo policial se estableció en 1.496 bolivianos.
A ese monto, Romero informó que el Gobierno ofreció 400 bolivianos asignados como bono de Seguridad Ciudadana, con los que el salario mínimo policial sube a 1.846 bolivianos, además de 200 bolivianos que se ofrecieron en la primera reunión, monto que inicialmente se debía aplicar desde junio, pero que se acordó en la reunión del viernes por la noche pagar de forma retroactiva desde enero de este año.
"De tal manera que con esta suma alcanzan los 2.046 bolivianos para el policía de menor ingreso en toda la planilla, pero adicionalmente en la madrugada se ha ofrecido una segunda ración seca anual (víveres), cada una de 640 bolivianos", complementó Romero.
ABI
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