Los cárteles mexicanos del narcotráfico están abasteciéndose de cocaína de Bolivia, país que se ha convertido en su nuevo desarrollo, y donde además han instalado laboratorios para producir drogas sintéticas las cuales son distribuidas en el continente americano y Europa, indica información de la Agencia Antidrogas y de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
De acuerdo con información del 2012 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína, mientras que las rutas que son más utilizadas para transportar la droga hacia el norte del continente y Europa son la zona del Caribe y el Golfo de México.
Bolivia es utilizada por los cárteles mexicanos como un segundo proveedor de cocaína después de Colombia y también como centro de operaciones como resultado de su ubicación para llegar a otros mercados, señala información de la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Desde 2009, la DEA no cuenta con agentes de campo en ese lugar, pero los reportes de agencias y organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del gobierno boliviano, así como de gobiernos de la región han permitido conocer de la presencia de cárteles mexicanos en esa zona, en el país y en ciudades específicas, participando en diversos delitos además del narcotráfico.
A través de drones o aeronaves no tripulados comprados a Israel en un solo mes las autoridades antidrogas de Bolivia desmantelaron 240 laboratorios clandestinos de drogas sintéticas en la zona de Santa Cruz ubicada en la región fronteriza con Brasil, refirió.
Por cada laboratorio clandestino de cocaína o de drogas sintéticas que es ubicado usando los drones y que es destruido se crean dos, por lo cual las autoridades locales han tenido que enfrentarse a un problema que se duplica en poco tiempo, agrega la información de la agencia antidrogas.
“En el corto plazo, los narcotraficantes continuarán explotando sus oportunidades para producir abundante cocaína disponible en Bolivia”, señala el Reporte International de las Drogas que dio a conocer en marzo pasado el Departamento de Estado estadounidense.
En el reporte, el gobierno estadounidense animó a Bolivia fortalecer sus controles sobre el tráfico de la cocaína incluyendo su proceso de producción y erradicación de cultivos, en línea con acuerdos internacionales; además de que pidió que proporcione protección a sus ciudadanos sobre los efectos de las drogas, corrupción y narcotráfico.
Adicionalmente el gobierno de Estados Unidos ha sugerido a Bolivia mejorar su ambiente legal y regulatorio, así como sus esfuerzos del sector judicial para combatir la producción y tráfico de drogas, lavado de dinero, corrupción, así como otros crímenes transnacionales y llevar así a las organizaciones criminales ante la ley.
De acuerdo con información del 2012 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína, mientras que las rutas que son más utilizadas para transportar la droga hacia el norte del continente y Europa son la zona del Caribe y el Golfo de México.
Bolivia es utilizada por los cárteles mexicanos como un segundo proveedor de cocaína después de Colombia y también como centro de operaciones como resultado de su ubicación para llegar a otros mercados, señala información de la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Desde 2009, la DEA no cuenta con agentes de campo en ese lugar, pero los reportes de agencias y organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del gobierno boliviano, así como de gobiernos de la región han permitido conocer de la presencia de cárteles mexicanos en esa zona, en el país y en ciudades específicas, participando en diversos delitos además del narcotráfico.
A través de drones o aeronaves no tripulados comprados a Israel en un solo mes las autoridades antidrogas de Bolivia desmantelaron 240 laboratorios clandestinos de drogas sintéticas en la zona de Santa Cruz ubicada en la región fronteriza con Brasil, refirió.
Por cada laboratorio clandestino de cocaína o de drogas sintéticas que es ubicado usando los drones y que es destruido se crean dos, por lo cual las autoridades locales han tenido que enfrentarse a un problema que se duplica en poco tiempo, agrega la información de la agencia antidrogas.
“En el corto plazo, los narcotraficantes continuarán explotando sus oportunidades para producir abundante cocaína disponible en Bolivia”, señala el Reporte International de las Drogas que dio a conocer en marzo pasado el Departamento de Estado estadounidense.
En el reporte, el gobierno estadounidense animó a Bolivia fortalecer sus controles sobre el tráfico de la cocaína incluyendo su proceso de producción y erradicación de cultivos, en línea con acuerdos internacionales; además de que pidió que proporcione protección a sus ciudadanos sobre los efectos de las drogas, corrupción y narcotráfico.
Adicionalmente el gobierno de Estados Unidos ha sugerido a Bolivia mejorar su ambiente legal y regulatorio, así como sus esfuerzos del sector judicial para combatir la producción y tráfico de drogas, lavado de dinero, corrupción, así como otros crímenes transnacionales y llevar así a las organizaciones criminales ante la ley.
El Universal
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