Si no quiere comer preocúpese. La anemia es un transtorno que afecta a un 80% de los ancianos en el departamento de Santa Cruz. "Estas estadísticas quieren decir que se presenta con más frecuencia, la causa; la mala alimentación", dice el médico Víctor Alanis.
Síntomas. Entre los síntomas con los cuales puede darse cuenta son; la palidez de la piel, la conjuntiva del ojo se pone blanquesina. También hay debilidad muscular y afecciones cardiovasculares. Asimismo, produce palpitaciones, alteraciones de la respiración, dolores del pecho, descontrol de la frecuencia cardíaca, irritabilidad, sueño, síntomas depresivos, alteraciones de la memoria y en un caso crónico puede presentar convulsiones.
El médico explica que se debe diagnosticar lo antes posible para tomar precauciones, en la dieta diaria de los ancianos, indica el médico. Puede ser severo en un caso extremo, no obstante, con una adecuada dieta de minerales, proteínas y vitaminas se puede contrarrestar.
Frecuente en la ancianidad. La enfermedad se presenta por la falta de la hemoglobina (hb) en la sangre, que se debe a la disminución de oxígeno. "Lo que impide que la hemoglobina se dirija hacia los tejidos y las células del organismo", señala Analis. Indica también que la hb disminuye notablemente a partir de los 50 años "este proceso es intenso, mientras pasan los años". Sin embargo, es menos frecuente en el hombre que en la mujer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad normal de hb en la sangre es de 15 a 16 gramos por ml. Cuando hay anemia se reduce en hombres a 13 gramos y en mujeres a 12 gramos. Estos índices bajos no da luz verde a una transfusión. Antes se tiene que diagnosticar en qué grado se encuentra la anemia y depende de ello, "si es crónica, entonces se necesita una transfusión", explica el profesional.
Énfasis en la alimentación. En este sentido, Berlinda Chuquimia del Centro de Ancianos "Vida Feliz", recomienda proteínas como la carne de res, el pescado, leche, yogurt, huevo y proteínas como los garbanzos, lentejas, quinua, avena, trigo. Así también vitaminas B12, fierro y ácido fólico. En cuanto a las verduras, la espinaca, la acelga, el brócoli, repollo, y frutas como la manzana y plátanos. En los desayunos se les puede dar avena, api de quinua con leche y té de manzana, que son propicios para el cuadro de anemia, concluye la profesional.
Síntomas. Entre los síntomas con los cuales puede darse cuenta son; la palidez de la piel, la conjuntiva del ojo se pone blanquesina. También hay debilidad muscular y afecciones cardiovasculares. Asimismo, produce palpitaciones, alteraciones de la respiración, dolores del pecho, descontrol de la frecuencia cardíaca, irritabilidad, sueño, síntomas depresivos, alteraciones de la memoria y en un caso crónico puede presentar convulsiones.
El médico explica que se debe diagnosticar lo antes posible para tomar precauciones, en la dieta diaria de los ancianos, indica el médico. Puede ser severo en un caso extremo, no obstante, con una adecuada dieta de minerales, proteínas y vitaminas se puede contrarrestar.
Frecuente en la ancianidad. La enfermedad se presenta por la falta de la hemoglobina (hb) en la sangre, que se debe a la disminución de oxígeno. "Lo que impide que la hemoglobina se dirija hacia los tejidos y las células del organismo", señala Analis. Indica también que la hb disminuye notablemente a partir de los 50 años "este proceso es intenso, mientras pasan los años". Sin embargo, es menos frecuente en el hombre que en la mujer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad normal de hb en la sangre es de 15 a 16 gramos por ml. Cuando hay anemia se reduce en hombres a 13 gramos y en mujeres a 12 gramos. Estos índices bajos no da luz verde a una transfusión. Antes se tiene que diagnosticar en qué grado se encuentra la anemia y depende de ello, "si es crónica, entonces se necesita una transfusión", explica el profesional.
Énfasis en la alimentación. En este sentido, Berlinda Chuquimia del Centro de Ancianos "Vida Feliz", recomienda proteínas como la carne de res, el pescado, leche, yogurt, huevo y proteínas como los garbanzos, lentejas, quinua, avena, trigo. Así también vitaminas B12, fierro y ácido fólico. En cuanto a las verduras, la espinaca, la acelga, el brócoli, repollo, y frutas como la manzana y plátanos. En los desayunos se les puede dar avena, api de quinua con leche y té de manzana, que son propicios para el cuadro de anemia, concluye la profesional.
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