Miami, 31 Ago.- La demanda penal del gobierno de Evo Morales contra la Agencia de Noticias Fides (ANF), “Página Siete” y “El Diario” por el presunto delito de “incitación al racismo”, es “un acto de intimidación, censura y precedente negativo para la libertad de expresión”, afirmó este viernes la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con sede en Miami.
“Este proceso judicial es un ejemplo de intolerancia y un precedente negativo que pareciera tener la intención de censurar y provocar autocensura en la prensa”, declaró el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Gustavo Mohme.
En un comunicado de prensa, la institución que agrupa a más de 1.300 medios de las tres Américas recordó que el Gobierno boliviano acusa a los tres medios de “difusión e incitación al racismo o la discriminación”, comprendido en la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, promulgada en octubre de 2010, por “distorsionar” un polémico discurso del mandatario el pasado 15 de agosto.
Mohme, director del diario peruano “La República”, quien encabezó una delegación internacional de la SIP a Bolivia en 2010, recordó que la organización había advertido que los artículos 16 y 23 de la ley antirracismo incurrían en “serias restricciones a la libertad de prensa por su ambigüedad al responsabilizar a los medios por difundir expresiones o ideas racistas o discriminatorias”.
Asimismo, la SIP recordó que el Reglamento de la Ley, aprobado en 2011, sanciona “las expresiones deliberadas y sistemáticas, consistentes en manifestaciones verbales o escritas, con el propósito de dañar la dignidad de determinada persona o grupo por motivos racistas o discriminatorios”, argumento que ha sido utilizado por funcionarios del gobierno en los últimos días para fundamentar la queja contra los tres medios.
En su polémico discurso del 15 de agosto en Tiahuanacu, Morales dijo textualmente: “En el oriente boliviano todo el año se produce; sólo por falta de voluntad podemos ser tan pobres y no tener alimentos. En el altiplano es diferente; si hay helada, lluvia o granizada no hay alimentos, pero en el oriente no, sólo por flojos podemos hambrear”.
La Agencia Fides presentó la información en una nota titulada: “Evo dice que si se hambrea en el oriente es por 'flojera’”, pero el Gobierno encontró que la sustitución del adjetivo 'flojo” por el sustantivo “flojera” constituye un delito, a pesar de que la nota incluía en su texto el párrafo literal de las palabras presidenciales.
La Agencia de Noticias Fides ha rechazado las acusaciones del Gobierno y sostiene que no ha distorsionado las palabras del presidente y que, por tanto, tampoco ha cometido delito alguno.
Según el Gobierno, ANF y a los otros dos medios, los periódicos “Página Siete” y “El Diario”, han generado con su información ”un enfrentamiento y consecuentemente un odio racial y discriminación entre bolivianos”, y puesto “en peligro la unidad del estado Plurinacional”.
“Este proceso judicial es un ejemplo de intolerancia y un precedente negativo que pareciera tener la intención de censurar y provocar autocensura en la prensa”, declaró el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Gustavo Mohme.
En un comunicado de prensa, la institución que agrupa a más de 1.300 medios de las tres Américas recordó que el Gobierno boliviano acusa a los tres medios de “difusión e incitación al racismo o la discriminación”, comprendido en la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, promulgada en octubre de 2010, por “distorsionar” un polémico discurso del mandatario el pasado 15 de agosto.
Mohme, director del diario peruano “La República”, quien encabezó una delegación internacional de la SIP a Bolivia en 2010, recordó que la organización había advertido que los artículos 16 y 23 de la ley antirracismo incurrían en “serias restricciones a la libertad de prensa por su ambigüedad al responsabilizar a los medios por difundir expresiones o ideas racistas o discriminatorias”.
Asimismo, la SIP recordó que el Reglamento de la Ley, aprobado en 2011, sanciona “las expresiones deliberadas y sistemáticas, consistentes en manifestaciones verbales o escritas, con el propósito de dañar la dignidad de determinada persona o grupo por motivos racistas o discriminatorios”, argumento que ha sido utilizado por funcionarios del gobierno en los últimos días para fundamentar la queja contra los tres medios.
En su polémico discurso del 15 de agosto en Tiahuanacu, Morales dijo textualmente: “En el oriente boliviano todo el año se produce; sólo por falta de voluntad podemos ser tan pobres y no tener alimentos. En el altiplano es diferente; si hay helada, lluvia o granizada no hay alimentos, pero en el oriente no, sólo por flojos podemos hambrear”.
La Agencia Fides presentó la información en una nota titulada: “Evo dice que si se hambrea en el oriente es por 'flojera’”, pero el Gobierno encontró que la sustitución del adjetivo 'flojo” por el sustantivo “flojera” constituye un delito, a pesar de que la nota incluía en su texto el párrafo literal de las palabras presidenciales.
La Agencia de Noticias Fides ha rechazado las acusaciones del Gobierno y sostiene que no ha distorsionado las palabras del presidente y que, por tanto, tampoco ha cometido delito alguno.
Según el Gobierno, ANF y a los otros dos medios, los periódicos “Página Siete” y “El Diario”, han generado con su información ”un enfrentamiento y consecuentemente un odio racial y discriminación entre bolivianos”, y puesto “en peligro la unidad del estado Plurinacional”.
ANF
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