La alarma saltó por la tarde en periódicos digitales y redes sociales, incluso la prestigiosa BBC Mundo hizo eco de la noticia: dos toneladas de uranio habían sido secuestradas por la Policía mientras se las intentaba transportar desde una céntrica calle paceña.
Horas después del hallazgo los ministros de Minería y Gobierno aclaraban que era muy posible que el mineral encontrado no sea uranio y que su efecto radioactivo era mínimo, descartando cualquier problema para la salud humana.
Para el analista Francesco Zaratti, director del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la UMSA la primera reacción de las autoridades no fue prudente, un fiscal dijo que si se trataba de uranio, y faltó mucho tino "porque si se habla en una zona donde existen departamentos con familias, niños y se habla de un cargamento altamente radioactivo eso puede hacer entrar en pánico", advirtió.
Tal fue la falta de prudencia que quienes hablaron de "un cargamento de uranio" lo hicieron a metros del camión que contenía el material secuestrado, con policías y funcionarios sin la menor protección "en suma faltó profesionalismo", opina Zaratti.
Antes de dar cualquier noticia lo primero que debió hacerse es realizar un análisis, pero se prefirió lanzar la noticia basándose en datos superfluos, como el valor monetario del cargamento "parece que lo más importante en Bolivia cuando se hace un decomiso es cuanto vale, no lo que hay", opina el especialista de la UMSA.
Zaratti explicó que en Bolivia existen minerales de uranio, en los yacimientos de Cotaje y Lipez, pero estos no sirven para "fines comerciales". Es decir para la fabricación de reactores o armas nucleares "porque es el uranio 238 que es muy poco radioactivo".
Las primeras bombas atómicas se hicieron con el uranio 235 y se construyeron los primeros reactores nucleares, en la actualidad se utilizan otros elementos radioactivos como el plutonio.
Si los minerales de uranio no tienen grandes cantidades de este elemento, que se puedan enriquecer con procesos sucesivos hasta obtener lo que se conoce como "yelow cake", una masa amarilla que es un concentrado de al menos un 5% de uranio 235.
Otro error que se cometió tiene que ver con la cantidad anunciada de uranio que se dijo que se había encontrado: "no hay la posibilidad de producir dos toneladas" de uranio en Bolivia, explicó Zaratti, quien pidió a las autoridades que en una siguiente ocasión tengan más cuidado al dar una noticia de estas características.
Para Zaratti en estos días en que el Gobierno habla tanto de la responsabilidad de los medios a la hora de dar una noticia no es correcto que existan funcionarios que a la ligera presenten este tipo de informaciones.
Francisco Zaratti es claro, para él "lo único radiactivo ayer fue la noticia" y no el cargamento hallado en la ciudad de La Paz.
Horas después del hallazgo los ministros de Minería y Gobierno aclaraban que era muy posible que el mineral encontrado no sea uranio y que su efecto radioactivo era mínimo, descartando cualquier problema para la salud humana.
Para el analista Francesco Zaratti, director del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la UMSA la primera reacción de las autoridades no fue prudente, un fiscal dijo que si se trataba de uranio, y faltó mucho tino "porque si se habla en una zona donde existen departamentos con familias, niños y se habla de un cargamento altamente radioactivo eso puede hacer entrar en pánico", advirtió.
Tal fue la falta de prudencia que quienes hablaron de "un cargamento de uranio" lo hicieron a metros del camión que contenía el material secuestrado, con policías y funcionarios sin la menor protección "en suma faltó profesionalismo", opina Zaratti.
Antes de dar cualquier noticia lo primero que debió hacerse es realizar un análisis, pero se prefirió lanzar la noticia basándose en datos superfluos, como el valor monetario del cargamento "parece que lo más importante en Bolivia cuando se hace un decomiso es cuanto vale, no lo que hay", opina el especialista de la UMSA.
Zaratti explicó que en Bolivia existen minerales de uranio, en los yacimientos de Cotaje y Lipez, pero estos no sirven para "fines comerciales". Es decir para la fabricación de reactores o armas nucleares "porque es el uranio 238 que es muy poco radioactivo".
Las primeras bombas atómicas se hicieron con el uranio 235 y se construyeron los primeros reactores nucleares, en la actualidad se utilizan otros elementos radioactivos como el plutonio.
Si los minerales de uranio no tienen grandes cantidades de este elemento, que se puedan enriquecer con procesos sucesivos hasta obtener lo que se conoce como "yelow cake", una masa amarilla que es un concentrado de al menos un 5% de uranio 235.
Otro error que se cometió tiene que ver con la cantidad anunciada de uranio que se dijo que se había encontrado: "no hay la posibilidad de producir dos toneladas" de uranio en Bolivia, explicó Zaratti, quien pidió a las autoridades que en una siguiente ocasión tengan más cuidado al dar una noticia de estas características.
Para Zaratti en estos días en que el Gobierno habla tanto de la responsabilidad de los medios a la hora de dar una noticia no es correcto que existan funcionarios que a la ligera presenten este tipo de informaciones.
Francisco Zaratti es claro, para él "lo único radiactivo ayer fue la noticia" y no el cargamento hallado en la ciudad de La Paz.
Radio Fides
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