En estos últimos años, se registró en Bolivia la proliferación de Empresas de Seguridad Privada, mismas que brindan protección a negocios, formales e informales, vecindarios enteros y hasta son contratados para precautelar la seguridad de los fraternos, en las fiestas patronales y otros actos sociales, tan tradicionales en nuestro país. Sin embargo, este es uno de los oficios más sacrificados, demanda mucho esfuerzo, el horario de trabajo sobrepasa las ocho horas establecidas y la remuneración no sobrepasa el salario básico mínimo nacional.

Las quejas más comunes, por parte de los empleados de estas empresas, se enmarcan en la retención de documentos (libreta de servicio militar) con el afán de evitar que sus empleados “abandonen sus filas”, además es muy común el incumplimiento del pago de sus haberes y el incumplimiento de la otorgación de beneficios sociales.

Es así que Radio Lasser del grupo FIDES pudo conversar con un ex funcionario de las empresas de seguridad privada, él se presentó simplemente como Edwin quien confesó no haber tenido una buena experiencia en ese trabajo, toda vez que fue víctima del maltrato, en muchas ocasiones no contó con beneficios sociales y pese a los horarios que en muchas ocasiones superan las ocho horas establecidas no le proporcionaban de los implementos necesarios para realizar su función, además mencionó que no todas las empresas de estas características cuentan el seguro médico establecido en la ley y que si lo tienen los realizan descuentos considerables, desencadenando en un salario ínfimo.

“No había un buen trato, eso era en general, con todos, no habían las preferencias que deberíamos tener por el puesto que cubríamos, (…) necesitábamos el equipo de seguridad pero no nos dotaban tanto de uniformes, no nos daban ningún tipo de seguridad personal, no había seguro social y las pocas empresas que cuentan con el seguro a veces no te convenía porque te descontaban hartos montos de un sueldo básico y no te convenía (…)”, dijo.

Manifestó que el trabajo como miembro de seguridad privada es muy sacrificado y que en muchas ocasiones enfermó debido a estar de pie por muchas horas consecutivas y además de haber sido presa de las inclemencias del tiempo, “se presta servicios no sólo en centros comerciales, en entidades financieras, casas, algunas zonas que solicitan ese servicio, pero igual debes estará afuera y hasta altas horas de la noche, no te dotan seguridad, en las empresa tú tienes que ir con tu equipo la empresa solo te da su nombre”.

Además denunció las instituciones reguladoras de estas empresas no cumplen con su función “el JEDECO o el DENCOES al parecer hacen tratativas con los gerentes propietarios donde la mayoría de los dueños son ex policías, coroneles que hacen su convenio con algunos que son abogados, quienes tienen esa función de que cuando se les presenta una demanda porque no quieren pagarte sueldos, son ellos mismos que derivan a otra instancia donde es más caro el trámite, entonces lo dejas y en eso tú ya pierdes el monto que haya sido que no te querían pagar, te cansas y lo dejas”.

Por su parte, la Jefatura de Control de Empresas de Seguridad Privada (JEDECOES), dependiente de la Policía Nacional, manifiesta que llevan un registro de más de 563 funcionarios, entre hombres y mujeres, que se desempeñan en este oficio, mismos que deben ser atendidos de manera obligatoria por sus contratantes desde la dotación de uniformes e implementos de seguridad, hasta el cumplimiento de beneficios sociales.

Asimismo, el responsable de la JEDECOES, teniente coronel Miguel Ángel Rivera, informó que, 39 compañías encargadas de brindar este servicio a la ciudadanía están legalmente constituidas, no obstante existen algo más de 17 ilegales, de ellas, diez se hallan en proceso de legalización y siete abandonaron ese proceso, por lo que son consideradas ilícitas, mismas que incurrirían en el desmedro de sus empleados.

Conforme a la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, promulgada el pasado 31 de julio de este año, una empresa de estas características debe desarrollar actividades preventivas, de vigilancia y de alerta temprana bajo tuición y en estrecha colaboración con la Policía. Para su accionar, es una exigencia que los propietarios, de dichas instituciones privadas, capacite a sus empleados en temas de emergencias, primeros auxilios, medio ambiente, atención al cliente, defensa personal, entre otros.

“Pero las empresas ilícitas no reúnen características de empresa. No tienen áreas de entrenamiento ni oficinas, podemos asumir que les da lo mismo contratar menores de edad”, consideró Rivera.

Pese a existir una entidad que regula el funcionamiento de estas empresas privadas, muchos son los problemas que se desarrollan en su entorno, es así que los que mayores falencias detectan, son sus propios trabajadores o quienes alguna vez pertenecieron a las mismas.

No obstante, el personal que decide seguir con el oficio y brindar ese servicio a la sociedad, demuestra una amplia voluntad de trabajo en búsqueda de mejores situaciones de vida, es así que personas con poca experiencia y preparación se esfuerzan en el desempeño de sus actividades.

Ramón es miembro de una empresa de seguridad privada, trabaja 12 horas diarias y pese a que si le dotaron del uniforme y un tolete para su defensa, el coste del mismo le será descontado de su salario, durante una charla ante los micrófonos de Lasser, demostró las ganas que tiene de seguir trabajando en ese servicio, toda vez que sin importarle la dura labor no duda ni un momento en ofrecer sus servicios, asimismo contó que lleva en este trabajo muchos años y que incluso fue seguridad privada en la república de Argentina.

El desempeño de los efectivos de seguridad privada es calificado de diferentes maneras por la población paceña, muchos consideran que el trabajo que realizan es muy sacrificado y por eso valoran el mismo. Sin embargo no faltan los más críticos de este oficio que consideran que los mismos estarían involucrados con antisociales.

Es el caso de los dirigentes del Mercado Modelo de la zona de Achumani que hace años prescinde de los servicios de una empresa de seguridad privada toda vez que ya no confían en los mismos pues consideran que estas empresas perdieron credibilidad cuando ocurrieron delitos dentro de las instalaciones que custodiaban y hasta el momento creen que los mismos estuvieron vinculados con delincuentes, asimismo declararon que la contratación de dichas empresas es muy costoso.