Desde hace dos semanas, la AsociaciĆ³n de Trabajadores del Cementerio General ofrece sus servicios para retocar y limpiar los nichos de ese camposanto.
“Soy albaƱil profesional”, comenta orgulloso, don Angelino Amaru, de 82 aƱos, quien, desde hace 50 se encarga de la limpieza y refacciĆ³n de los nichos del Cementerio General de La Paz.
Ayer, don Angelino, llevaba puesto un overol azul y un casco del mismo color. Su piel morena se teƱĆa con el color blanco del yeso, material que usaba para retocar una de las tumbas, trabajo que minutos antes, le habĆa sido encargado.
A pesar de su edad, camina erguido y sonriente. “Son 50 aƱos que trabajo en el cementerio y no me siento cansado”.
Un octubre, de hace medio siglo atrĆ”s, don Angelino visitĆ³ el Cementerio General. AllĆ observĆ³ a un grupo de jĆ³venes que se ofrecĆan a llevar y traer agua para las tumbas de aquellas familias de dolientes que retocaban los nichos de sus seres queridos en vĆsperas del DĆa de los Difuntos.
“Al dĆa siguiente, traje mis baldes y botellas y, asĆ, empecĆ© a trabajar; luego de unos aƱos, me volvĆ pintor y despuĆ©s albaƱil”. Dos semanas antes de la fiesta de Todos Santos, de cada aƱo, don Angelino prepara el material que utilizarĆ” en la refacciĆ³n de las tumbas, pero no sĆ³lo labora durante estas fechas, sino que atiende los pedidos de sus clientes, quienes lo buscan para que cuide y realice el mantenimiento de los nichos, donde descansan los restos de sus familiares y amigos.
“El tĆo Angelino hace bien su trabajo por eso, cada aƱo, le pido que arregle las tumbas de mis cuatro hijos que estĆ”n enterrados aquĆ. Sus compaƱeros no saben cĆ³mo deben intervenir en una tumba”, dice Julio Aguilar, quien pacientemente, lo esperaba.
¡ResucitĆ³ un muerto!. Durante los 50 aƱos de trabajo, don Angelino, relata que experimentĆ³ cosas sobrenaturales y sorprendentes, tal es el caso, de un muerto que regresĆ³ a la vida, justo, en el instante que su ataĆŗd era introducido en la tumba.
“Yo estaba trabajando al lado. Los familiares y amigos lloraban desconsolados, y cuando ya el cajĆ³n estaba adentro, se escuchĆ³ unos golpes fuertes, parecĆa que araƱaba, la gente, que acompaƱaba a los dolientes, se asustĆ³. De repente se abriĆ³ el fĆ©retro, todos gritaron y corrieron por todo lado. Fue una sensaciĆ³n tenebrosa porque lo sacaron, Ć©l se levantĆ³ y estaba dĆ©bil, sus familiares aĆŗn asustados lo llevaron a un hospital”.
Sonriente, don Angelino, dice que a veces, las almas merodean en el camposanto. “A mĆ no me ha pasado nada, ya me conocen y no me asustan. Hay compaƱeros que salen corriendo cuando ven o escuchan ruidos extraƱos”.
Don Angelino pertenece a la AsociaciĆ³n de Trabajadores del Cementerio General que se encarga de limpiar y refaccionar de los nichos para el DĆa de los Difuntos.
45 bolivianos cuesta la refacciĆ³n y limpieza de los nichos del Cementerio General, el colocado de mĆ”rmol, Bs 120.
La asociaciĆ³n de trabajadores del cementerio general de la paz aglutina a 25 personas que se dedican a refaccionar y limpiar los nichos por el DĆa de los Difuntos. El trabajo comenzĆ³ el 10 de octubre y finalizarĆ” el 31.
Juan Quispe, uno de los trabajadores, seƱala que la demanda aumentarƔ maƱana y durante el fin de semana.
“Ahora no hay mucho trabajo, pero el viernes va a haber mucha gente, y ya no albaƱiles porque faltan”.
Los costos. Los precios de los trabajos fluctĆŗan entre 20, 30, 45, 70 y 120 bolivianos.
“Los costos varĆan, el mĆ”s caro es la instalaciĆ³n de mĆ”rmol y azulejos” en las tumbas del camposanto.
La Prensa
1 comentario:
yo quisiera que la alcaldia habra un cementerio para mascotas como el cementerio gral y q sea algo economico xq un animal es un integreanta mas de la familia
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