La hora de pensar con seriedad en tu futuro profesional ha llegado, y quizá tengas dudas para tomar esta importante decisión.
Tranquilo, tómate tu tiempo para conocerte a ti mismo, y descubre algo que verdaderamente te emocione estudiar. Estar contento y satisfecho con tu elección, es una realidad al alcance de tu mano. ¡Enfrenta este nuevo reto con seguridad y valentía!
Elegir acertadamente tu área de estudio, es una tarea que requiere de un gran esfuerzo de tu parte. Quizá, parece algo complicado, o a lo mejor piensas que no te conoces lo suficiente a ti mismo y necesitas profundizar más en cuáles son tus intereses, aptitudes y capacidades de cara al futuro: ¡llegó la hora de descubrir lo que quieres!
Claudia Cianca Martínez, psicóloga y coordinadora del Departamento de Psicopedagogía del Centro Universitario México, nos comenta: “A la hora de enfrentarse a esta situación, el punto a considerar por los jóvenes tiene que ser sin duda la autoevaluación; tienen que identificar lo que les gusta, además de sus aptitudes, sus valores y sus posibilidades, de manera que todo este conjunto se fusione de forma congruente con su personalidad.
"Un ejercicio de introspección y una adecuada orientación profesional, siempre ayuda a descubrir el gran potencial, que de otra manera, nunca se hubieran dado cuenta de que lo tenían”.
Conocerte será un reto en este proceso, que deberás ir perfilando a tu ritmo y sin presiones, para alcanzar la claridad y sensatez que necesitarás de aquí en adelante.
Llevar a cabo una indagación real del mercado laboral, así como del entorno en el que te gustaría desarrollarte, te ayudará a tener más clara cuál es tu meta universitaria, y por consecuencia, el interés profesional.
¿Será una decisión acertada?
Una vez que has cumplido satisfactoriamente con la etapa de autoevaluación y análisis, seguramente una gran cuestión rondará en tu mente: ¿lo que me gusta es lo que me conviene?
En este punto, la especialista te ofrece una serie de advertencias para escapar de las meteduras de pata más comunes:
• Cuidado, no necesariamente aquello que te gusta es lo que puedes desempeñar. No te engañes a ti mismo y sé consciente de tus limitaciones.
• Aprende a diferenciar un interés profesional de lo que es un hobbie; a lo mejor te encanta participar en el taller de teatro, o te apasiona jugar al tenis, pero hazte la siguiente pregunta: ¿estarías dispuesto de dedicarte a ello todos los días de tu vida, durante ocho o nueve horas?
• Pon los pies en la tierra y no te dejes llevar tan sólo por una ilusión pasajera; una visión amplia y objetiva de la realidad, te permitirá encontrar opciones que te gusten, pero adaptadas a las posibilidades del mundo que te ha tocado vivir.
• Si tu decisión está fundamentada, y es fruto de un proceso ordenado y claro donde hayas usado la autoevaluación, entonces significa que has elegido acertadamente.
La manera más saludable en la que tus papás te pueden ayudar, es observando la realidad desde una perspectiva adulta y objetiva.
Puede que ellos vean oportunidades o ejemplos cercanos a ellos de amigos, familiares que a lo mejor te dan una visión interesante.
La psicóloga Claudia Cianca, asegura que si tienes algún momento de debilidad o desánimo, seguro que agradecerás tenerlos a tu lado participando en tu proceso de orientación, echándote porras y reforzando tu autoestima. Compartir y entender tu elección, será la mejor forma de que estén a tu lado.
Bibliografía recomendada:
- “Orientación Vocacional, Cómo Alcanzar Tus Metas”. Autor: Carter C., Editorial Prentice Hall.
- “Orientación Vocacional: decisión de carrera”. Autor: Marcuschamer Eva, Editorial Mcgraw-Hill.
- “Orientación Educativa 2”. Autor: Torres Castellanos Jorge, Editorial Brevia.
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