El venezolano Maky Román, campeón de la quinta Vuelta a Bolivia, se fue del país satisfecho de haber conseguido este logro y con mucha humildad reconoció que no se le había pasado por la cabeza ser el campeón de esta prueba de categoría 2.2, avalada por la Unión Ciclista Internacional.

“Ni me imaginaba ganar la Vuelta porque estaba yo estaba a tres minutos de Mauricio (Ardila) y en la contra reloj aproveche y no me imagine que me iba a poner de líder, la intención mía era pelear el segundo puesto”, reconoció Román, tras consagrarse como campeón.

Román aseguró que el día más complicado fue precisamente en la última Etapa, divida en dos semietapas “los compañeros ya venían un poco rígidos, ya venían bajos de fuerza”.

Según el campeón, Claro de Colombia fue el que más pelea dio durante la competencia “fueron un equipo muy fuerte, supieron hacer las cosas, también felicito a Mauricio (Ardila) que es un profesional y vino a competir aquí”.

Maky considera que lo que más le molestó fue el frío que se vivió en las últimas Etapas de la Vuelta, además de las etapas largas “pierde dos años de vida uno acá con cada Vuelta, es la tercera Vuelta y he perdido dos años en cada Vuelta”.

Sobre lo bueno de la Vuelta el campeón dijo: “la humildad de los bolivianos, primero que todo, la calidad humana que tienen, la atención que nos han dado, tanto a mí como a los otros extranjeros que participaron, les doy las gracias a ellos”.