A medida que va pasando el tiempo, 30, 40, 50 años, nos damos cuenta de algunos defectos que queremos disimular, y uno de ellos, uno de los que más molestan a las mujeres, es la "papada". Se trata de una cantidad de grasa acumulada en la zona, entre la mandíbula y el cuello, que se debe al sobrepeso o a la genética de la persona, lo que hace que el rostro se vea más gordo y de mayor edad. Para la maquilladora Silvia Tortosa, cuando se trata de una papada incipiente, se puede disimular muy bien, pero poco o nada se puede hacer cuando ya es muy pronunciada, salvo recurrir a una cirugía, aclaró.

Regla básica. Según la experta, antes de empezar se debe recordar la regla básica que dice "todo lo que queramos disimular y hacer desaparecer, lo tenemos que oscurecer con tonos mates, y todo lo que tengamos que resaltar y destacar se tiene que trabajar con tonos luminosos, brillantes y claros".

Perfilar la mandíbula. El siguiente paso es, con un pincel mediano, perfilar la línea de la mandíbula que se va desdibujando con el tiempo y que hay que recuperar. Habrá que asegurarse de que el tono no sea excesivamente duro, de preferencia marrón, que esté dentro del color de su piel. "Tendremos que marcar una línea que dibuje la mandíbula por debajo, sin sobrepasarse", indicó.

Rellenar y difuminar. Posteriormente, se debe rellenar desde el centro hacia la dirección del cuello, oscureciéndolo suavemente con paciencia y práctica. Luego, con una brocha más grande, difuminar, homogeneizar y oscurecer todo el contorno interior del cuello hacia abajo, para que no se note ninguna línea violenta, quedando como empastado y suavizado.

Para destacar. A continuación, para ocultar la papada deberá resaltar los pómulos y los ojos con tonos suaves y naturales. Para los ojos se recomienda un rímel (sin sombras de ojos y lápiz de ojos) y un tono natural para compensar la nariz y las sienes, que hará que el rostro se vea más atractivo, desviando la atención sobre la papada.

La cabellera. Por último, el cabello también juega un papel importante para ocultar la papada. La cabellera con algo más de volumen en la zona superior, hace el rostro más alargado, lo que ayuda a disimular más la papada. Por otra parte, tener un pelo más corto (por encima del doble mentón) hace destacar más los ojos y los pómulos.