Adiós Franchesco Díaz Mariscal

Franchesco Díaz Mariscal, guionista y periodista, falleció ayer a las 10.15 por un paro cardiaco.

Un día antes de su deceso, contó que su internación se debió a gripes mal curadas, pero que se sentía bien a pesar de no gustarle estar en cama y no tener televisión ni WiFi para poder postear sus estados en Facebook. “El otro día estaba con mi mamá y de repente me empezó a doler el pecho. No le di importancia, pero cuando el dolor me llegó hasta el hombro dije: ‘Es síntoma de preinfarto’”, dijo Franchesco Díaz Mariscal, a tres de sus excompañeras de La Prensa. Ayer, a la edad de 40 años, el guionista, periodista, crítico de cine e hincha de The Strongest, falleció por un paro cardiaco, a las 10.15.

Todos lo conocían por ser un cascarrabias, parecía estar siempre malhumorado, protestando y tratando de arreglar algún problema. Si no era propio, encontraba la forma de buscarse líos ajenos para convertirlos en suyos y ayudar a los que apreciaba a resolverlos.

También era reconocido por el amor incondicional por su Tigre del alma al que iba alentar siempre, no importaba las circunstancias. Sin embargo, bajo esa apariencia gruñona en el fondo tenía un humor agudo y una de las risas más contagiosas.

Había que conocerlo mucho para saber cuándo bromeaba y cuándo no. Y cuando se convertía en amigo, lo era para siempre y sobre todo Franchesco tenía un corazón de oro, era un amigo incondicional, siempre presto a escuchar, a consolar, a apoyar sin medida, a dar lo que se le pedía. Era una persona íntegra, amante de su familia, de su madre, de sus hermanos y sobre todo de su pequeña sobrina Maura Thais, a la que le puso la camiseta amarilla y negra casi en el momento de nacer.

Su continuo afán de aventura y su carácter contestatario no lo dejaban quedarse mucho tiempo en un solo sitio y estuvo trabajando en varios medios e instituciones durante toda su carrera que empezó en 1996, en un suplemento cultural en el periódico Ultima Hora. También tenía una columna que se llamaba, cómo no: “Escorpiando”, y es que como buen escorpión e inconforme absoluto sin pelos en la lengua, no solamente renegaba contra muchas cosas de la realidad, sino que intentaba cambiarlas, y puso su corazón en ello aunque muchas veces se golpease la cabeza contra la pared en ese intento.

Estaba decidido a hacer un guión que llegara a ser película, y lo tenía bien avanzado. Admiraba a pocas personas, pero las admiraba mucho. Escribió varios cuentos y era un poeta un poco oculto, pero muy talentoso.

Plasmó su independencia proverbial en su blog “En Bandeja Alta”, privilegiando a gusto las glorias y pesares de su “Tigre”, al que siguió apasionadamente hasta su tricampeonato, antes de partir.

Mientras que en otro de sus blogs, chescodemierda.blogspot.com, escribía de todo, desde temas sociales hasta miscelánea. “Pondré acá un mosaico variado de artículos sobre lo que se me ocurra, me guste, disguste, moleste, etcétera”. Su ideología política era clara: ¡Me opongo karajo!

La vida nos dio el honor de conocerlo, él fue uno de nuestros mejores amigos. Su partida tan rápida hace pensar en la fragilidad de estos cuerpos con los que, como él decía, nos ha tocado vivir. Pero “Chesco” se queda en los corazones de quienes lo queremos hasta volvernos a encontrar. ¡Warikasaya, querido amigo, haz temblar a los bolivaristas allá arriba!

15 años de trayectoria periodística tenía Díaz Mariscal, como él mismo aseguró.

Nació el 15 de noviembre de 1972, fue exalumno de San Calixto, trabajó en Ultima Hora, en Presencia, en La Razón, las revistas Cosas y el Día D, en El Nacional, en La Prensa y en OH! de Los Tiempos.
Entierro. La misa será hoy a las 15.00 en el salón Concordia de la Funeraria Santa María y el entierro será en el Cementerio Jardín, Sector Cedros, a las 16.00.

“Gracias ‘Chesco’ por tu amor y dedicación al cine, total fidelidad a nuestra amada Cinemateca, tu escritura. Te extrañaremos un montón, con ese tu sentido de humor tan especial”.

Mela Márquez / DIRECTORA CINEMATECA

La Prensa

No hay comentarios: