Ambos, tanto el ganador como el perdedor, jugaron un flojo partido. Fue emotivo y atractivo porque mostraron falencias defensivas: así, con poquito de los delanteros, se vieron 90 minutos cargados de acción. Desde lo colectivo, Chile y Uruguay sembraron más dudas que certezas. El equipo trasandino golpeó en los momentos justos y le ganó 2 a 0 a los del Maestro Tabárez.

Chile arrancó mejor. Se aprovechó de la última línea uruguaya, que jugó un pobre encuentro. Esteban Paredes, a los 10 minutos del primer tiempo, abrió la historia. El Charrúa fue por el empate: no lo encontró por la falta de puntería ante el arquero Claudio Bravo. El equipo de Tabárez mereció la igualdad, pero en una contra Eduardo Vargas liquidó el encuentro cerca del final.