La lactancia materna es uno de los hechos más naturales. Partiendo de ese punto se debe pensar dos veces antes de cortar este beneficio al niño o niña menor de tres meses. La doctora Yolanda Ocampo, que disertó hace unos días en Baby Infanti, describió uno por uno los nutrientes que contiene la leche materna y por qué es tan importante para los niños.

Los hace inmunes. La leche de la madre está compuesta de calostro, contiene en su interior toda la información genética del sistema inmune de la madre, siendo imprescindible para aportar al bebé la protección necesaria en las primeras semanas.

Dentro del calostro materno se encuentran los factores de transferencia que son unas pequeñas moléculas mensajeras inmunológicas que ayudan a educar a las células inmunes de los bebés para que se activen y estén alerta ante un posible peligro.

El mejor alimento. Por la cantidad de proteínas, calorías, minerales y agua en equilibrio que presenta la leche materna, es el alimento perfecto para el niño. La lactancia materna es el único alimento que se puede suministrar al menor sin temor a que le produzca indigestiones.

Les da seguridad. "Tenga la firme certeza de que el niño que se alimenta con leche materna es menos propenso a contraer resfríos, cólicos, puesto que el pezón limpio de la madre es lo más sano que puede consumir el bebé", destacó Ocampo.

Contacto físico. La madre llevó durante nueve meses al bebé en su vientre y, obviamente, el niño o niña requiere similar contacto, para sentirse igual de protegido.

Algunos consejos para dar el pecho a su bebé

Para empezar, tenga alguna ayuda, si puede pida a su pareja, madre o alguna persona que le ayude con la compra y las tareas de la casa durante las primeras semanas, hasta que tenga establecido el horario de lactancia. Segundo, póngase cómoda, elija su silla favorita, su sillón, la cama o el sitio donde esté más cómoda. Si le ayuda a estar más relajada, ponga menos luz y una música relajante.

Tercero, esté preparada para evitar interrupciones durante la toma, tenga cerca un babero o toallita para el bebé, compresas calientes para ayudar a la subida de leche, algo para comer y beber, un par de almohadas para sujetar su espalda y sus brazos.