Un par de destellos de calidad fueron más que la voluntad mexicana. Neymar no necesitó aparecer más de dos veces para sentenciar la batalla y fulminar las esperanzas de México. Un misil del astro brasileño y una asistencia a Jo sepultaron a un equipo lleno de carácter, que se reencontró con la confianza dentro del campo, pero que no le alcanzó para rescatar siquiera un punto de Fortaleza, con lo que prácticamente se despidió de la Copa Confederaciones.

El himno brasileño sonó y causó eco en Castelao, los jugadores se abrazaron, algunos cerraron los ojos como Thiago Silva y recibieron un impulso anímico que así como los llenó de confianza, provocó que entre los mexicanos se miraran entre sí para encontrar una explicación. Sonó el silbatazo inicial y Brasil salió a ‘devorar’ a su rival. La avidez era suficiente como para presionar, acorralar y bloquear cualquier salida de México.

Las ganas de la ‘Canarinha’ ahogaron a un combinado mexicano atrapado en el ambiente y contrariado ante la situación. Marcelo y Neymar no tardaron en probar a Corona, mientras Oscar metió un gol que fue invalidado por fuera de lugar. Los avisos estaban hechos y la mesa puesta para que llegará el gran ídolo, Neymar, para dar con las redes tras un misil con la pierna izquierda imposible de atajar para Chuy.