Evan Henshaw-Plath tiene 36 años, está casado y es padre de dos niñas. Es un ingeniero enfocado en el desarrollo de software y entre su carrera profesional que empieza en 1998 hay algo que llama la atención. En la larga lista de empresas en las que ha trabajado (o fundado) hay una que él no trata de destacar, se trata de Odeo.
En su currículum, disponible en Linkedin, coloca su paso en Odeo como «Líder desarrollador». «Primero empleado y luego líder desarrollador y arquitecto de la aplicación web Ruby on Rails de Odeo». Para un lector común quizás el nombre de Odeo no le suene familiar. Pero los interesados en tecnología y «geeks» sí deberían saberlo porque se trata de la empresa en la que se creó Twitter. Hay muchas dudas sobre quién fue el creador original de esta red de microblogging que prepara su salida a bolsa. Sus fundadores oficiales aún no se ponen de acuerdo.
Pero lo que sí está confirmado y asegurado es que Odeo fue la empresa que estuvo detrás de su creación. Así lo afirma Nick Bilton, escritor y columnista de «The New York Times» en el libro «Hatching Twitter: A True Story of Money, Power, Friendship, and Betrayal» donde relata la lucha de egos y entresijos de Twitter.
Twitter nace de un fracaso
Evan cuenta a ABC tecnología vía Skype que Twitter llegó a la vida debido a una cadena de circunstancias. «La idea no salió de decir “ok, vamos a crear Twitter. La historia es más larga», explica en español pero con un acento que delata que no es su idioma materno. Más que larga, Twitter nació de un fracaso.
«En Odeo estábamos desarrollando un sistema de podcast y radio por internet. En ese momento no teníamos oficinas, nada. Empezamos a armar una versión del sistema, todo en secreto. Cuando lo dimos a conocer y lo lanzamos lo hicimos muy bien», relata.
Presentaron el proyecto en las conferencias TED y0« The New York Times» los reseñó como una buena startup. Consiguieron inversión por parte de Ventures Capital y todo iba viento en popa hasta que Apple se les adelantó con iTunes. Los de Cupertino incorporaron podcasting en iTunes en 2005 y aunque la idea de Odeo era buena no podían competir con Apple.
«Lo de Apple era mejor. Tuvimos un mes más de trabajo intenso pensando planes. Como teníamos dinero decidimos armar prototipos de 50 productos y entre ellos estuvo Twitter», recuerda Evan.
«Queríamos crear una nueva forma de interacción, quizás no algo con radio pero sí basado en el email, o en SMS. Pensábamos en cómo podíamos aplicarlo al mundo real. Nos basamos en la idea de TXTmob y nació Twitter», resume.
Evan explica que entre 2004 y 2006 se estaban realizando muchas manifestaciones y querían aprovechar la herramienta para que los activistas pudieran convocar las reuniones de forma sencilla. «Lo pensamos así, pero la idea no sólo era para ellos sino para todos», considera.
Odeo no tenía oficinas sino que sus empleados trabajaban desde cafeterías con conexión a internet. Twitter (que al principio se llamaba Twittr, «como flickr») no se lanzó hasta 2006. «Sin embargo no tuvo éxito rápido. En tres meses sólo se había enviado 100.000 mensajes», resume.
Abandono
Esta falta de interés en el producto también causó que los inversores de Odeo decidieran vender la empresa. En ese momento entraron en el juego Evan Williams, Biz Stone, Jack Dorsey, quienes con otros empleados de Odeo compraron las acciones y recuperaron la empresa.
Ahí fue cuando Evan decidió deshacerse de sus acciones. El desarrollador abandonó la empresa en mayo de 2006. «Mi novia, que ahora es mi esposa, también trabajaba en Odeo y los dos dejamos la empresa cuando entró Jack Dorsey. Después que Odeo pasara a ser Twitter», relata.
Evan confiesa que ahora, viendo que Twitter se valora en 250 millones de dólares y que ha triunfado como red, vender su parte fue un «error». Sin embargo, la decisión no fue una locura en ese momento.
«La herramienta era buenísima pero no daba dinero. Pensé en mis amigos que habían invertido en otros proyectos que también eran buenos y que al final no resultaban en nada. En ese momento acepté 7.200 dólares por mi parte en Twitter. Me pareció una buena cantidad de dinero. Con él me fui a hacer un viaje por Estados Unidos. Vender mi parte fue un gran error, sí, sí, un error», confiesa.
Aun así señala que el anterior fracaso ante el gigante Apple no fue el culpable de que él no apostase por Twitter. «Los dos proyectos nacieron de forma distinta. La idea original, en la que invertimos tiempo y dinero no triunfó. Twitter que fue un proyecto liviano sí lo hizo. La lección es que nunca se sabe qué va a pasar», dice y suelta una carcajada.
Vida después de Twitter
No se arrepiente. De hecho, aunque vuelva bajo perfil, ha creado, participado o/y vendido varias empresas de desarrollo de software y ahora es CTO de NEO.
Después de dejar Twitter (Odeo) pasó a trabajar en Yahoo!. Participó en varios proyectos como arquitecto de software y en 2007 fue el arquitecto de Yahoo! Fire Eagle, esta fue la primera aplciación basada en Ruby on Rails lanzada por Yahoo!.
Probó suerte como desarrollador senior en ENTP.com y en 2007 partió hace Uruguay y fundó en 2008 Cubox, empresa dedicada al desarrollo de software que fue vendida en 2012 a New Context, una subsidiaria de Digital Garage, una de las empresas que invirtió, curiosamente, en Twitter y Path en sus primeros años.
Actualmente es director de tecnología (CTO) de Neo Innovation. Esta es una empresa global con sede en Portland (Oregon. EE.UU) y oficinas en cuatro continentes que se encarga de ayuda a productos de inversión en el proceso de desarrollo de productos.
«Nos encargamos de enfocar cómo plantear un nuevo producto y ver en pocos días el sentido que tiene. Les damos claves para que entren y aprendan rápido del mercado», explica.
Evan es apodado Rabble. Así es su usuario en Twitter y por esa vía aún mantiene el contacto con sus antiguos colegas de Odeo, dice entre risas. Pero Rabble también es por su fondo «activistas». Evan también se enfoca en enfocar herramientas para organizaciones no gubernamentales y grupos ambientales y que logren mayor visibilidad.
Es fiel creyente de que la tecnología ha cambiado y seguirá cambiando la forma de gestionar el mundo.
«Se puede crear software para tener mayor participación. La tecnología puede cambiar la forma en la que nos gobiernan y en cómo se toman las decisiones», cree.
Evan Henshaw-Plath, su pasado en Twitter, su pasión por Ruby on Rails y su español con marcado acento estadounidense estarán el próximo 8 de noviembre en Madrid en el IV Congreso de Mentes Brillantes. Debatirá junto con George Church y Javier Sirvent sobre el «future». Ese mismo día Steve Wozniak, cofundador de Apple, ofrecerá una entrevista pública.