Muchos padres quieren que sus hijos sean exitosos futbolistas. Les compran todos los implementos necesarios, les exigen que participen en los campeonatos del colegio o los matriculan en las academias deportivas de futbolistas famosos.

Sin embargo, sus hijos no comparten este mismo deseo o prefieren practicar otros deportes.

'Estos padres están proyectando su frustración en sus hijos. Algunas de las razones por las que hacen esto es porque no lograron destacar en el deporte o no lo hacen en el trabajo', afirma Aldo Pissani Bulnes, presidente de la comisión de psicología del deporte del Colegio de Psicólogos del Perú.

Afirma que para un niño de tres o cuatro años es una tortura que su padre le insista que juegue fútbol.

De igual forma, si tiene ocho años y se le matricula en una academia no participa de forma gaacademia.

'Se pierde la esencia de la vivencia, que es aprender, divertirse y socializar', añade.

A estos padres el especialista les explica que los niños que quieren ser futbolistas no necesitan que los presionen. 'Ellos tienen un gusto innato por este deporte', sostiene.

Agrega que los padres sienten una gran frustración cuando sus hijos les dicen que no les gusta el fútbol.