Entre el 40% y 50% del cuerpo de un adulto está conformado por agua. En los niños, la presencia de este compuesto es mayor, pues llega hasta el 60%.
'Por este motivo, los menores se deshidratan con más frecuencia, pues tienen mayor cantidad de agua en el cuerpo', explica la doctora Marsi Larragán Rodríguez de la Clínica Javier Prado.
Agrega que si el niño tiene diarrea y dice que tiene sed, significa que está deshidratado. Si el nivel de deshidratación es leve bastará con darle agua, caldos o panetelas. Pero si el médico diagnostica que es mayor, será necesario que beba sales rehidratantes.
Ojo
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