En Latinoamérica, aproximadamente un 8% de los chicos y chicas sufren una depresión durante su adolescencia. Esta enfermedad afecta con mucha mayor frecuencia a las chicas que a los chicos, un 13% de las adolescentes la padecerán frente a tan solo un 4,6% de los varones en esta edad. Por ello, los padres deben de contar con la información suficiente para saber si a sus hijos les puede estar ocurriendo.
Síntomas. Son muchos y muy variados pero los más comunes en los adolescentes son: cansancio permanente y falta de energía, dificultad para la concentración, cambios en el apetito. Lo general es que disminuya pero también hay ocasiones en que aumenta, irritabilidad, pérdida del interés por actividades con las que antes se disfrutaba, sentimientos de desprecio hacia si mismo, tristeza, pensamientos sobre la muerte o el suicidio, alteraciones del sueño, disminución del rendimiento escolar, parición de actitudes desafiantes, especialmente con los padres y distanciamiento del grupo de amigos.
¿Qué deben hacer los padres? La terapia es muy efectiva, por lo que requieren el apoyo emocional de sus familiares. La buena noticia es que las personas deprimidas que reciben ayuda terapéutica mejoran notablemente su calidad de vida. Y otra magnífica noticia es que la depresión se cura. Pero hay que tener en cuenta que siempre requiere atención médica. Y su tratamiento puede incluir medicación o terapia psicológica y, en la mayoría de los casos, una combinación de los dos.
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