El 21 de diciembre empezará de forma oficial la temporada de verano. Ante su cercanía, la temperatura empieza a elevarse. Con ello, también se incrementa el riesgo de sufrir deshidratación.
Este mal, según explica la médica Marsi Larragán Rodriguez, de la Clínica Javier Prado, se presenta por la disminución del volumen de agua en el cuerpo.
'Sucede por el poco aporte de agua o por la pérdida de esta. Está acompañada por pérdida de electrolitos como el sodio, el potasio y el magnesio', explica la especialista.
Agrega que la deshidratación también se origina por una infección estomacal que se produce por el consumo de alimentos no guardados en el refrigerador, en los que se reproducen bacterias.
'La persona que los consuma sufrirá infección estomacal y se deshidratará', afirma Larragán.
Menciona que el primer síntoma es la sed. Si el grado es mayor, la persona tiene los ojos hundidos, siente vómitos y decaimiento.
En un nivel más profundo, la piel se demora en regresar a su sitio luego de hundirla con el dedo.
Para evitar la deshidratación, la especialista sugiere beber la misma cantidad de líquidos que se pierde.
Ojo
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