Es rapera y la presentadora del programa ‘Yapu Hip Hop’ de radio Wayna Tambo 101.8 FM. La artista habla del amor de su vida, de su pequeño hijo y de cómo se abre paso en la música.
— ¿Cómo le va con el programa?
— Son casi cuatro años. Yapu Hip Hop nació como una necesidad, la de abrir un espacio en la radio Wayna Tambo para este género. El programa se emite lunes y viernes, a las 15.00.
— ¿Por qué eligió la radio Wayna Tambo?
— Porque ofrece otras lógicas, otras miradas y otros formatos que no son convencionales. Pensé que sería rico hacer un programa sobre el hip hop y que dejen de estigmatizarlo. Lo nuestro es más de denuncia y propuesta.
— ¿Qué cree que hace diferente a Yapu Hip Hop?
— Además de la música ofrecemos temáticas diferentes, presentamos notas y a los changos les gusta. A veces se cree que los chicos están en otra, pero en realidad están atentos. Hemos encontrado propuestas diferentes en cuanto al hip hop, hay hasta una que viene de los mapuches (Chile) y de la resistencia palestina, lo que me dejó sorprendida.
— ¿Por qué escogió el hip hop?
— Lo hago desde 2007 y escogí este género por ser libre e interesante. A veces hago covers de mi expareja Abraham Bojorquez (Ukamau y Ke). Un día escribí una lírica para él y quería que la cante en una presentación, pero como él no podía ir, me dijo que no. Entonces yo me animé a cantar. Cuando subí al escenario en El Prado me di cuenta que se abrió un nuevo espacio y que la gente me atendía y me escuchaba... así empezó todo y me di cuenta que eso era lo mío.
— Se puede decir que gracias a Abraham nació Nina Uma?
— Sí, pero yo me bauticé Nina (fuego) y Uma (agua), son dos voces aymaras. Yo me enamoré del hip hop gracias al Ukamau y Ke y eso hizo que yo me enamorara de Abraham. Fue el amor de mi vida, la marcó e hizo un click en ella. Si Abraham no me hubiera dicho que no, yo seguramente estaría en otra cosa.
— ¿Qué pasó después de Abraham?
— Todo se terminó cuando él murió, fue una etapa muy dura y de aprendizaje. Hasta ahora me duele y más allá de que fuera mi pareja, yo lo admiraba mucho por su trabajo.
— ¿Es el amor de su vida?
— Sí, no es alguien a quien sacaré de mi vida y tiene un espacio en mi corazón junto a mi hijo. Son mis dos amores.
— ¿Qué hace especial a Nina?
— No soy la chica que con una mini y un escote conquistó al público, sino que tiene que ver con los puntos de encuentro con el público. Siento que mi carrera ya se consolida y que es lo que quiero hacer toda mi vida.
— ¿Qué hacía antes?
— Ya no recuerdo lo que hacía (ríe), mi vida es impensable sin cantar. Yo estudié Informática, pero me di cuenta que eso no era lo mío. Trabajé de voluntaria con chicos de la calle y eso fue un sacudón. Trabajaba ya en radio Wayna Tambo.
— ¿Ser madre la cambió?
— Sí, es el regalo más lindo de la vida, mi hijo Inti Amaru es quien alegra mis días y noches. Yo no quería ser madre por mi vida de artista e independencia, pero llegó. Vivo sólo con mi hijo y no es fácil, pero se puede. Si tomas la maternidad como una carga siempre lo será, yo decidí que sea como una fiesta.
— ¿Nina es una amante de El Alto?
— Sí, yo nací en La Paz (ríe), pero esta ciudad me ha cautivado por su diversidad cultural. Acá no hay mucha presencia de lo moderno. Me encanta vivir acá.
— ¿Algún disco en puerta?
— Sí, al año comienzo a trabajar en mi segundo disco con varias líricas mías. Estoy entusiasmada y me inspira ahora mi hijito amado.
La Razón
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