Tres obras municipales que se construyen en El Alto —la Pasarela del Arquitecto, la doble vía a Viacha y la avenida Cívica— ocasionan congestionamiento vehicular. La Alcaldía y el Organismo Operativo de Tránsito (OOT) desplegaron efectivos, pero las trancaderas persisten.
Las tres obras son viales, dos para la circulación de motorizados y la tercera para peatones. Fueron iniciadas el año pasado y están consideradas entre los grandes emprendimientos de la gestión del alcalde Édgar Patana.
Se hallan en puntos troncales de la ciudad alteña y, por tanto, se llenan de motorizados en las horas denominadas pico: entre las 07.30 y 09.30, 12.00 y 14.30, y 18.00 y 20.30.
El secretario municipal de Movilidad Urbana y Transporte, Ernesto Machicao, explicó que los atolladeros no se presentan solamente por estas obras, sino porque en esos horarios existe mayor demanda de transporte, ya que la gente se dirige a sus fuentes laborales o retorna a su casa. La directora del OOT, coronel Basilia Meneses, aseguró que la Policía despliega efectivos en esos puntos “y en donde se requieren uniformados”.
Trabajos. La Pasarela del Arquitecto fue la primera de las tres obras en la que se inició el trabajo de construcción, el 28 de enero del año pasado. En noviembre se colocaron dos decenas de columnas de fierro, denominadas falsas, las que serán retiradas una vez que fragüe el vaciado de la plataforma, sobre la avenida 6 de Marzo. Esto provocó la pérdida de cuatro de los seis carriles que existen en los dos sentidos de la carretera.
Además, se colocaron nueve pilotes en el carril que une la avenida 6 de Marzo con el peaje de la autopista Héroes del Chaco y 11 en el carril de ingreso a la principal vía de la Ceja. Están en medio de cada sentido y, por tanto, cortan dos carriles a cada lado. El congestionamiento vehicular, producto de estos trabajos, se presenta solo en el lado de ingreso a la avenida 6 de Marzo, pues los coches llegan desde la Autopista por tres carriles y por la avenida Juan Pablo II por dos carriles. Sin embargo, al llegar a este punto tienen que “pelear” para ocupar la única vía habilitada para cruzar por debajo de la construcción. Entonces, se forman largas filas de automóviles que buscan un espacio para continuar su viaje.
Al menos dos efectivos policiales y dos de la Guardia Municipal de Transporte (GMT) están constantemente en el sitio para conducir el tráfico, pero el atolladero es inevitable.
El mayor conflicto se produce a partir de las 18.00, de lunes a viernes. Entonces, se pueden ver al menos 150 vehículos haciendo fila y avanzando lentamente.
Cada uno de ellos demora entre siete a diez minutos para pasar por este lugar estrecho.
Los buses, camiones y otros motorizados pesados tienen que buscar vías alternas para proseguir su viaje, pues no pueden hacerlo por este sitio.
El cierre de la carretera a Viacha o avenida Ladislao Cabrera, en abril de 2013, para iniciar los trabajos de construcción de la doble vía, obligó a los motorizados que pasaban por esta avenida, desde el cruce a Villa Adela hasta el sector denominado de “los palos” o curva San Pablo, a que se desvíen por rutas alternas.
Pero estas últimas se encuentran congestionadas.
La carretera fue cerrada por las empresas Sólido SRL y la constructora Moscoso, que cubrieron con promontorios de tierra sus accesos desde todas las vías.
Las rutas alternas habilitadas oficialmente por la municipalidad son las avenidas Las Américas y Tiahuanacu. En la primera, dos cuadras antes de la curva San Pablo existe atolladeros de motorizados entre las 07.30 y 09.00, debido a que allí confluyen coches de la Ceja y de otras zonas de los distritos 2, 3 y 12. En el sitio hay tres guardias viales, pero en horas pico el embotellamiento es inmanejable en este punto.
La misma arteria se congestiona en el cruce a Villa Adela, entre las 07.30 y 09.00 y mediodía. A este sector llegan coches, en 90% minibuses de transporte público, desde Viacha y desde otras zonas de El Alto.
Feriantes. Los jueves y domingos el tráfico es más conflictivo en este sector porque se instala una feria en la zona Pacajes, que ocupa al menos tres cuadras a la redonda, y obstruye el ingreso a la avenida Las Américas, desde la avenida Bolivia.
La afluencia de vehículos por la Tiahuanacu es menor, aunque el congestionamiento se presenta en la intersección con la avenida 6 de Marzo a la altura del Regimiento 4º de Caballería Ingavi.
La avenida Cívica está cerrada desde abril de 2013, de modo que desde entonces los motorizados buscan vías alternas. El ingreso a Ciudad Satélite desde Santiago I, o viceversa, por la avenida Satélite, se congestiona desde las 08.00 hasta las 09.30 y a partir de las 12.00 hasta las 14.00. En estos horarios se pueden ver unos 50 vehículos bregando por cruzar.
Muchos autos que deberían girar de la avenida Satélite a la Cívica deben seguir por la primera y buscar vías alternas para llegar a su destino, porque la última está cerrada. Esta ruta es la más usual para el transporte público.
Choferes de esta ciudad expresaron su molestia por el retraso de las obras y por la obstrucción de estas vías. “Nos perjudican, en tiempo y dinero. La Alcaldía nunca entrega obras a tiempo y siempre se extienden por meses”, señaló Domingo Cáceres, chofer de un minibús. La conclusión de estas obras se prevé para este año, pero la Pasarela del Arquitecto y la avenida Cívica están retrasadas.
La Razón
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