La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, desafió hoy al periodista Raúl Peñaranda a procesarla por supuesta discriminación, racismo y xenofobia, 15 días después que acusó de ser chileno al autor del libro “Control Remoto”, que revela cómo el gobierno, desde la Vicepresidencia, llegó a apoderarse, constituir y controlar una red de medios “paraestatales”.
ERBOL (E): ¿Como tomó la presentación del libro?
Amanda Dávila (AD): No he leído el libro, pero me han comentado algunos amigos que es un libro que contiene un reportaje con fuentes poco creíbles y con datos muy especulativos. Lo que sí quisiera quejarme es que toda la documentación que hemos entregado (a Peñaranda) en un archivador de palanca con más de 200 páginas, casi del tamaño de la memoria histórica de la demanda marítima, él no pudo utilizar, no pudo procesar, no pudo investigar. Por lo tanto, veo que su interés no era investigar o tener un dato preciso sino simplemente hacer creer que no le habíamos respondido.
PE. ¿Considera usted que ayudó publicitariamente a la venta del libro?
AD. Es una edición de 500 ejemplares, no puedo llamar a eso una edición, cuando los libros que se editan en Bolivia, sobre todo, van mucho más que eso en su primera edición.
PE. Raúl Peñaranda habló de un proceso por xenofobia y racismo contra usted, ¿qué responde al respecto?
AD. Puede tomar las acciones que quiera porque mis declaraciones son bien claras, hice en primera instancia un contexto sobre el tema y señalé claramente que esto no se da porque tiene doble nacionalidad. De hecho en el Ministerio tenemos muchas personas que tienen doble nacionalidad, incluso alguna autoridad que tiene la doble nacionalidad por chileno y eso particularmente a mi no me ha interesado porque tiene todos los derechos como boliviano.
El tema no es por ser chileno, es porque además de ser chileno, a lo largo del gobierno (Raúl Peñaranda) desarrolló una ofensiva contra el gobierno que estuvo basada en una visión absolutamente gubernamental chilena de los sectores más radicales. Ahora no podemos hablar así porque el gobierno de Michelle Bachelet es totalmente distinto.
Y por otra parte, sí me gustaría que me lleve a un Tribunal, yo he sido una de las promotoras de la Ley contra el racismo y la conozco muy bien. Por otra parte, también he sido fundadora de la red contra el racismo y en la misma declaración dije, de manera absolutamente clara, y esto lo decimos no porque es chileno, porque nosotros tenemos el apoyo de chilenos, trabajamos con chilenos. Tenemos gente que teniendo doble nacionalidad es bien recibida.
PE. ¿Jugó en contra o a favor del gobierno la denuncia?
AD. En este caso no podemos hacer un balance con ese cálculo, no merece porque ante todo, ¿qué es lo que pasó en este caso? Pasó en este caso que, en una reunión que teníamos varios ministros, comentaba alguno de ellos que había salido en el periódico la Época una denuncia de dos periodistas chilenos, que son de carne y huesos y no fantasmas como creo que dijo Peñaranada, y que ellos habían denunciado que este señor posicionaba el discurso de los sectores más reaccionarios chilenos en Bolivia, que era un puntal en esto y una explicación era que este señor tenía la doble nacionalidad.
Una vez tomé café con él, yo fui a visitarlo a su periódico, yo no sabía que tenía doble nacionalidad.
PE. ¿Le dijo Peñaranda (alguna vez) que era chileno?
AD. No, nunca me dijo, no sabía tal cosa y aunque me hubiese dicho, a mi no me interesa tal cosa en absoluto, pero el periódico decía que había esa tendencia, que él posesionaba una tendencia de los sectores más retrógradas, no de los sectores de avanzada y que eso se debía (a) que hay un interés por su nacionalidad y los intereses que tiene en Chile.
La otra razón es que forma parte de un grupo, según estos periodistas, que es el Grupo Andino de la Libertad de Información, un grupo que fue expulsado de Venezuela y también de Ecuador y que trabaja muy bien con el apoyo de los Estados Unidos desde Perú.
Raúl Peñaranda dice que no recibe ningún sueldo, bueno, muy bien. El trabajo ad honorem para el Departamento de Estado puede ser absolutamente aceptable, eso depende de la ética de cada uno, pero para el gobierno (es) la explicación del por qué él tenía ese comportamiento siempre cuando estuvo en Página Siete.
Dentro de Pagina Siete hubo una fuerte discusión, algunos accionistas se salieron del medio. Fue uno de los primeros periódicos que visité y hablamos de los temas sensibles para el gobierno.
PE. ¿Se puede descartar que el gobierno ejerza control sobre los medios?
AD. Yo creo que eso es menospreciar a los periodistas. Yo no encuentro periodistas en Bolivia, nunca, que hayan puesto intereses económicos, de publicidad por ejemplo, a su opinión. Usted puede escuchar, desde el señor Carlos Valverde que dice todo lo que quiere (hasta) a cualquier presentador de televisión que puede decir lo que quiere.
Yo creo que cuando Raúl Peñaranda dice, porque he leído la prensa, que sólo un 10 por ciento de los medios son independientes, creo que esa es otra visión prejuiciosa que un boliviano no la tiene, pero puede tener otra persona que no es tan boliviana y que está interesada en el país, la verdad.
Erbol
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