Miles de feligreses acudieron con fe a las iglesias de La Paz y en todo el país para rememorar la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén donde el Salvador fue recibido con palmas y hojas de olivo. Los actos litúrgicos se concentraron en las lecturas bíblicas, dando inicio así a la Semana Santa que destaca el calendario religioso como la festividad más importante del mundo católico.
La liturgia del Domingo de Ramos es una de las principales actividades de los millones de católicos en Bolivia y en el mundo que da inicio a la Semana Santa además del Año Litúrgico que se complementa con el Jueves, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.
Una de las catedrales que visitó EL DIARIO fue la Basílica de San Francisco, donde el párroco, Orlando Cabrera, en su homilía exhortó a los cristianos a la reflexión sobre la proclamación de la Pasión de Jesucristo.
CONMEMORACIÓN
De esa forma, la concurrencia que se congregó en templo rememoró la entrada triunfal de Jesucristo, aquel ser humilde al cual aclamaron con las palabras: “Bendito el que viene en el nombre del Señor”, y con palmas en las manos pidieron al Supremo Hacedor, mucha fe, amor y salud para lograr junto a sus familias, una vida plena.
De acuerdo a los Evangelios, hace más de dos mil años, las palmas fueron usadas en Jerusalén para recibir a Jesucristo en su entrada al poblado. Hoy en día esta práctica es utilizada como una rogativa para proteger a la familia. Previamente las palmas deben recibir la bendición de los sacerdotes.
Por esa razón, la población en general pudo adquirir palmas bellamente trenzadas con varias formas como cruces, canastillos, manillas, anillos entre otros, que fueron ofrecidos por los artesanos en las puertas de los templos previamente consagradas con el agua bendita.
Mucha gente se dirigió rumbo a su casa en paz para colocar el ramo bendecido detrás las puertas, esperando que esta señal de Jesucristo cuide a la familia y la proteja en su fe cristiana, mientras que otros la usaron para rogar por los enfermos que por alguna razón no pudieron asistir a los actos litúrgicos.
SIGNIFICADO
“Las ramas tienen un significado para los católicos, nos hace recordar que no debemos mentir, no debemos hacer maldades, no ser personalistas, sino ayudar siempre al prójimo. El ramito voy a poner detrás de mis puertas, en la cabecera de mi cama para que no haya malos pensamientos, ni el mal que me ataque”, dijo Nersi Alvares, mientras salía de la Basílica de San Francisco con palmas en sus manos, visiblemente compungida por la pasión de Jesucristo.
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