Alemania se impuso hoy a Brasil por la cuenta de siete goles a uno y se aseguró de esa forma el pase a la final del Campeonato del Mundo 2014.

Un equipo germano práctico sacó ventaja de su mejor estado futbolístico, físico y sobre todo anímico para llevarse un triunfo por cifras desusadas en esta fase de los torneos ecuménicos: Müller, Klose, Krooos, en dos oportunidades, Khedira y Schurrell, en dos ocasiones, fueron los autores de los goles para los alemanes; el descuento llegó por intermedio de Óscar, cuando finalizaba el partido.

Una enorme decepción provocó en Brasil la caída de su seleccionado, que el entrenador Felipe Escolari justificó desde la inexperiencia de sus jugadores.

Julio César, el guardameta, salió pidiendo disculpas y la presidenta Dilma Rousseff compartió la tristeza del aficionado brasileño a tiempo se llamar a los hinchas a que no pierdan la calma.

Algunas medios informaban del descontento de algunos aficionados, que incluso quemaron banderas brasileñas después del partido, provocando un desorden que las autoridades, minutos después, dijeron estaba controlado.

La otra cara de la medalla de se vivía en Alemania donde la gente ganó las calles de las principales ciudades germanas, alegría comparable con la de sus seleccionados que en la cancha trataban de ser respetuosos frente a los miles de seguidores locales.

La alegría también fue grande para Miroslav Klosse, quien se convirtió hoy en el jugador que más goles marcó en la historia de los mundiales, con 16 tantos, superando al brasileño Ronaldo, quien había anotado 15 tantos.

Los alemanes están ahora a la espera de su rival para el partido del próximo domingo, que saldrá de la confrontación de este miércoles entre Argentina y Holanda.