Apretado contra la espada y la pared, Álvaro Peña, entrenador de San José, buscará este sábado cambiar la mala imagen que hasta el momento dejó el primer equipo, en el cotejo que jugará contra Aurora en horas de la tarde.

Con la espada de Damocles sobre su cabeza, debido a que los dirigentes le dieron dos partidos en el torneo oficial para cambiar la historia, el entrenador quiere comenzar a ganarse el respeto y cariño de los hinchas locales, que hasta aquí no lo han respaldado.

Peña dijo que si no ganaba nada en la Liga o en la Sudamericana se iría sin provocar mayores problemas; es más, sostuvo que no cobraría lo que resta del contrato.

Resistidos por la afición local, jugadores como el caso de Limber Gutiérrez, quieren mostrar que están en condiciones de realizar una buena tarea con la casaca de los orureños.

Los dirigentes han pedido a los seguidores de la V azul un poco de calma a la espera de que todo cambie rápidamente.