La Alcaldía Quemada de El Alto es considerada un patrimonio histórico por los vecinos, dirigentes y autoridades de esta ciudad, pero se halla en medio del congestionamiento vehicular, asentamiento de comerciantes y hacinamiento en su interior.

La presidenta del Concejo Municipal, Delia Peñaloza, lamentó que este edificio sea opacado de esa manera y demandó la atención de las diferentes unidades ediles para hacer los controles respectivos en inmediaciones. Sin embargo, dijo que no existe ningún documento que catalogue a este inmueble como patrimonio alteño.

El concejal presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, Sebastián Condori, indicó que la infraestructura debería quedarse como está y que no se modifique una sola columna.

El exdirector municipal de Cultura Ivar Iriarte aseguró que se enviaron notas al Ministerio de Cultura para poder nombrar al edificio como patrimonio histórico y cultural. Pero esto fue rebatido por Peñaloza, quien señaló que este nombramiento lo debe hacer primero el Concejo. “Y nunca tratamos ese tema”.

Tanto el presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Óscar Ávila, como el secretario ejecutivo de la Central Obrera Regional (COR), Remigio Condori, también apoyaron que el inmueble sea catalogado como patrimonio de la urbe.

Infraestructura. El edificio conocido como Alcaldía Quemada fue propuesto como patrimonio histórico de El Alto por los sucesos de febrero de 2003, cuando los ambientes, especialmente donde funcionaban el despacho del alcalde y la sala de prensa, fueron quemados en dicha protesta social.

Este inmueble se encuentra en la calle 1, entre las avenidas 6 de Marzo y Jorge Carrasco de la Ceja, en la zona 12 de Octubre del Distrito 1 de El Alto.

Al lado, por el sector norte, está erigida la Casa del Artesano, conocida como Jisk’a Qamaña Uta, donde funciona la sede del Consejo Central de Federaciones y Asociaciones de Artesanos (Cocedal).

En la entrada principal, por la calle Jorge Carrasco, se puede apreciar a varios vendedores instalados en las mismas aceras de la comuna, pese a que existe la Ordenanza Municipal (OM) 054/2007 que prohíbe el asentamiento de cualquier tipo de gremiales sobre esos espacios.

Al frente de la Alcaldía Quemada se pueden observar un sinnúmero de letreros de diversas actividades económicas, que hacen difícil la ubicación de un negocio en particular.

En la calle 1, al frente de la Pasarela del Arquitecto, hay lustrabotas en la acera y personas que llenan formularios de Impuestos Nacionales; además existe la parada de buses que se dirigen hacia La Paz, lo que provoca congestionamiento vehicular y peatonal.

De ese mismo lado hay gente que utiliza las paredes como baño público y se justifica diciendo que la municipalidad no construyó mingitorios públicos en esa área de la avenida.

Al interior del edificio funcionan varias reparticiones ediles que se encuentran mezcladas y funcionarios hacinados por la falta de espacio, como en el Concejo Municipal, la Dirección de Cultura y la Intendencia.

Pasando la puerta de ingreso, a la izquierda se halla el teatro Raúl Salmón de la Barra, donde se llevan a cabo eventos oficiales de la Alcaldía o a solicitud de artistas, estudiantes y otras organizaciones. Se pudo ver que policías estacionan en la puerta de este escenario sus motocicletas. En la parte posterior se halla el Teatro de Cámara, ambos necesitan refacciones en sus paredes y el cambio de asientos.

En el mismo inmueble hay aulas para danza y ballet; también allí está la sala de monitoreo de las 30 cámaras de vigilancia.

Proyectan construir el Palacio de las Artes

Miguel Rivas

La municipalidad de El Alto proyecta la construcción del Palacio de las Artes donde actualmente funciona la Alcaldía Quemada. Esta obra podría costar, aproximadamente, Bs 50 millones, informó el exdirector de Cultura Ivar Iriarte.

“Se ha conseguido un financiamiento de aproximadamente un millón de bolivianos para los estudios de suelo en el lugar”, dijo.Iriarte indicó que el año pasado la Alcaldía hizo un convenio con el Colegio de Arquitectos de esta urbe para que éste elabore el diseño y se lanzó un concurso para ello. Ya existen tres ganadores, de los cuales debe ser elegido uno.

Contradictorio. La actual directora de Cultura, Prima Quispe, aseguró que es contradictorio pretender edificar en una infraestructura a la que se pretende nombrar patrimonio histórico.

“Si esa es la intención, entonces por qué se quiere demoler el edificio y crear uno nuevo. Noso-tros vamos a pedir que se respete el edificio”, sostuvo.Por su parte, el concejal presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, Sebastián Condori, señaló que no permitirán la modificación de ninguno de los ambientes de la Alcaldía Quemada.

Iriarte expresó que solo se mejorará la infraestructura en el sector donde funciona el teatro Raúl Salmón de la Barra y el Concejo.

Los dos teatros ediles necesitan mejoras internas

Los teatros de Cámara y Raúl Salmón de la Barra, ubicados dentro de la Alcaldía Quemada de El Alto, necesitan refacciones internas, señaló la directora municipal de Cultura y Descolonización, Prima Quispe.

“Hay butacas en el escenario Raúl Salmón que están sin forros, rotos y que necesitan la soldadura de algunas partes; lo mismo pasa con el piso, que ya está viejo y deteriorado”, dijo.

Quispe aseguró que además hace falta una mejora en la iluminación y el sonido de este recinto cultural.

En El Alto existen solo tres escenarios públicos para la práctica del arte, dos de ellos están en la Alcaldía Quemada —Raúl Salmón y el Teatro de Cámara—, y el tercero —el Andino— se ubica sobre el puente distribuidor.

En el primero, al que pueden ingresar hasta 500 personas, se pudo apreciar que las butacas de cuerina están rotas y en varios casos hace falta el soporte para que las personas puedan sentarse cómodamente.

El lugar es oscuro, las luces amarillas sirven para dar mayor realce a espectáculos culturales, pero no otro tipo de eventos como asambleas, sesiones de honor. Incluso el sistema de sonido presenta deficiencias.

Por otra parte, el Teatro de Cámara, que está en el patio posterior de la Alcaldía Quemada, tiene capacidad para 200 espectadores.

Éste es utilizado con mayor frecuencia por la municipalidad para talleres de capacitación en diversos temas y áreas, y también requiere de cambios.

Solo cuenta con sillas que se hallan dispersas; el lugar es frío y no tiene calefacción, situación que se repite en los escenarios observados.

Se evidencia además que el piso en ambos casos no es limpio y hay partes en las que se nota el deterioro por el paso de los años.

Quispe indicó que los teatros, por su carácter único, se convierten en un patrimonio cultural de la ciudad, ya que no existen otros recintos de similares características.

“Además, aquí han llegado varios artistas nacionales de renombre y también autoridades nacionales e internacionales, por eso hay que arreglarlos y no derribarlos”, acotó.}

Palacio tiene 28% de avance

Miguel Rivas

El Palacio Consistorial o Jach’a Uta (casa grande) de El Alto tiene 28% de avance físico, explicó el supervisor de obra del gobierno local, Wilfredo Chinche.

“Se está construyendo la segunda planta, si se quiere, de las cinco que tendrá la infraestructura”, agregó.

A este edificio se trasladarán al menos el 80% de las oficinas de la Alcaldía, incluyendo las que funcionan en la Alcaldía Quemada.

El espacio donde se halla ésta es de al menos 5.000 metros cuadrados y en ella funciona además el Concejo Municipal y otras oficinas, que se trasladarán al nuevo inmueble una vez que éste se concluya.

El proyecto es edificado por la empresa Asociación Accidental VBC Alianza, desde noviembre de 2013, en la zona Libertad.

Abarca una superficie de 7.000 metros cuadrados y tendrá un espacio construido de 34.022 metros cuadrados. El costo asciende a Bs 91,6 millones.

La entrada principal se ubica sobre la prolongación de la avenida Costanera, entre los puentes Litoral y Bolivia. También tiene ingresos laterales.

En el segundo piso se ubicarán las oficinas del Concejo Municipal para las 11 comisiones y en el cuarto piso, el despacho del Alcalde y las asesorías técnicas.