Aunque el zumo de naranja apenas contiene calorías, te sorprenderá saber que el jugo de tomate tiene muchas menos. Así que si tu propuesta es reducirlas al mínimo porque te encuentras a dieta, creo que aquí tienes una razón muy buena para comenzar a colocar el zumo de tomate mucho más a menudo en tu menú semanal.
Los nutrientes del jugo de naranja no se conocen en su mayoría.
Sobre todo destaca por su vitamina C, aunque tiene prácticamente todas las vitaminas en su interior. En el caso del zumo de tomate, hay que decir que además de ser muy rico en vitamina A y tener el resto de vitaminas en distinta proporción, también tiene una gran cantidad de antioxidantes, lo que le convierte en un gran aliado contra el envejecimiento y la prevención del cáncer.
El zumo de tomate gana la partida al de naranja. Como ves, si realmente te gusta el sabor del jugo de tomate, podrías incorporarlo por todas sus cualidades como mejor opción./imujer.com
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