Imagina congelar alguna parte de tu cuerpo a 190 grados bajo cero, pues esto no es broma, sino que dentro de la medicina lo utilizan para curar algunos problemas del organismo, técnica conocida como crioterapia y criocirugía.
¿De qué se trata? Tanto la crioterapia como la criocirugía son métodos que se trabajan por medio de la supercongelación para curar lesiones malignas en diferentes partes del organismo. Estas técnicas son utilizadas en muchas especialidades de la medicina, como en dermatología, ginecología, oncología, oftalmología, ente otros.
Crioterapia. "Se trata de la terapia de la congelación especialmente para los problemas dérmicos", explicó la dermatóloga Sonia Serpéntegui, y se lo utiliza para tratar enfermedades como alopecia, problemas de seborrea, acné, cicatrices, manchas, queloides, verrugas, entre otros. Esta técnica que se trabaja por medio del frío extremo sobre el tejido tiene la finalidad de destruirlo.
Criocirugía. Es menos destructiva e invasiva que la cirugía convencional. “Es un método muy bueno”, en la que no hay corte en piel, simplemente congelamiento. Esto se hace específicamente en la zona a tratar. "La diferencia a una cirugía convencional es que, si se trata de extraer algún tumor, con este método no te quedará ninguna herida ni cicatriz", aseguró Serpéntegui.
Por su parte, Carlos Paniagua León, ginecólogo de Udime, explicó que el área de ginecología se utiliza en tratamientos de cuello uterino como ser “en la úlcera de ectropion, en la cervicitis crónica o incluso en las lesiones de cuello uterino de bajo grado”. Lo que hace es utilizar el equipo en base a frío en un tiempo de tres a cuatro minutos en el área que depende de lo que se quiera, puede cicatrizar alguna herida para tratar el problema.
¿Hay riesgos? Grandes riesgos no hay, "el único problema de la criocirugía es que puede dejar una pequeña cicatriz incolora (sin coloración)", sostuvo la profesional, a tiempo de indicar que para evitar ampollas u otra afección, es necesario hacer varias veces sesiones de crioterapia para no hacerlo tan agresivo.
¿Cómo se hace? Los dos métodos se realizan por medio de un aplicador que es un aparato manual que tiene varias puntas, cada una específicamente para usar en la cara, queloides, piel cabelluda, de cerca, de lejos, más angosto, más ancho, entre muchas más, explicó Serpentegui, que ella maneja las dos técnicas.
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