El Alto, La Paz, Bolivia: Irina Verezub, una madre boliviana – rusa que cumplió labores de diplomacia en la Embajada de Bolivia en la ciudad de Moscú – Rusia denunció por acoso laboral, maltrato físico, abuso de poder y discriminación al señor Walter Arancibia Alaca quien fue encargo de negocios en esa misión diplomática.
Desde la Federación de Rusia, por vía telefónico, la residente boliviana relató detalladamente el suceso: “Desde principio, cada rato me sonrió, y varias veces me tocó la mano. Y me decía, ¿dónde está tu esposo? porque vive allá (se refería Bolivia) y usted aquí. Yo me quedé sorprendida pero continuaba cumpliendo con mi trabajo”.
“Yo quise respetar mi dignidad como mujer. Entonces desde ahí el señor Arancibia, empezó a maltratarme psicológicamente, con lo que no estaba conforme con mi trabajo. Es decir, no he lavado bien las paredes, que el piso estaba sucio, su escritorio no estaba ordenado. Y además me dijo que llevaría las toallas a su casa para lavar”.
La víctima de abuso laboral denunció que estas acciones por el señor Arancibia en la embajada fueron constantes, es decir, desde enero hasta diciembre 2017, donde inició y concluyó su contrato. Y ahora fue despedida inhumanamente y se encuentra desempleada en ese país.
Entre lágrimas, la residente boliviana recordó que inclusive que en varias veces “me he quedado llorando por los maltratos por parte de ese señor, porque me pareció injusto de los tratos que me hacía”, además, dijo el señor Arancibia le amenazaba con despedir sino cumplía sus peticiones personales.
Otro de los abusos que hizo, Arancibia, es obligar a las bolivianas (personal local) a trabajar horas extras (desde las 10:00 AM hasta 20:00 PM, hora local), vulnerando el derecho laboral y otras leyes del país receptor.
En caso de la señora, Irina le hacía quedar más de lo establecido del horario laboral, con la promesa de que le pagaría aguinaldo, y esto solo quedó en dichos.
Además, dijo que este señor (Walter Arancinbia) también hizo acoso laboral y maltrato psicológico al chofer de la embajada, Viacheslav Zakolèsnikov, a la abogada, Sonia Carballo, asistente consular, la administradora, y otras funcionarias rusas, que cumplían sus funciones con idoneidad en esa embajada.
Además de manera textual, mencionó que su persona y el chofer ya presentaron la denuncia escrita en 23 de enero 2018 (como corresponde, y las leyes que amparan, en el mes de enero de este año) ante la Comité de Relaciones Exteriores – Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Fernando Huanacuni, donde relata el hecho de maltratos y discriminación. Pero lastimosamente a la fecha no recibieron ninguna respuesta favorable.
Reiteró que fue despida en diciembre 2017, por el señor Arancibia injustamente, y ahora pide justicia al señor Presidente Evo Morales y canciller Fernando Huanacuni. También pide la restitución de su fuente labor porque la señora Verezub, quien mantiene tres hijos y ahora tropieza con problemas económicos.
“Pido a las autoridades bolivianas, que se haga justicia, esa clase de gente deber ser sancionado y suspendido como diplomático; porque la embajada tiene que ayudar a los ciudadanos bolivianos”, concluyó.
Por: René Kana
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