14 abr.- Lleva el fĂștbol en la sangre, tiene las mismas caracterĂsticas de juego que su padre y viste la camiseta de Wilstermann, igual que en los inicios futbolĂsticos de su progenitor. SebastiĂĄn Galindo es un diestro mediocampista de 19 años, hijo de Gonzalo Galindo, destacado exfutbolista en los años 90 y 2000 que jugĂł en varios equipos y en la selecciĂłn nacional.
SebastiĂĄn es el Sub-20 de Wilster y es empleado cada vez mĂĄs por el entrenador español Miguel Ăngel Portugal; ademĂĄs, acaba de ser citado por Eduardo Villegas a la selecciĂłn boliviana Sub-23.
“Mi Ășnico referente e Ădolo futbolĂstico es mi papĂĄ, porque Ă©l siempre me apoyĂł en todo momento. Mi decisiĂłn de jugar al fĂștbol profesional fue a los 16 años, cuando fui a la selecciĂłn boliviana juvenil y cuando el profesor Roberto Mosquera me llamĂł a Wilstermann. Desde entonces decidĂ seguir con profesionalismo el fĂștbol”, dice Galindo hijo.
Muchos que vieron jugar a su padre y lo ven jugar a Ă©l en la actualidad, le comentan que tienen un accionar parecido, con la Ășnica diferencia de que Gonzalo es zurdo y SebastiĂĄn diestro.
“Puede que tengamos similitudes en el juego y en el mismo puesto, por ahĂ es la misma tĂ©cnica, pero yo veo que Ă©l tiene sus propias caracterĂsticas y estĂĄ forjando su estilo. Estoy seguro de que tendrĂĄ su propia identidad”, asevera Galindo padre.
Hace tres años, SebastiĂĄn determinĂł seguir la carrera futbolĂstica, igual que lo hizo su progenitor, quien estuvo 20 años en el fĂștbol, aunque en el caso de Galindo hijo, Ă©l continuarĂĄ jugando mientras no deje sus estudios universitarios. “La carrera del futbolista es corta y uno debe tener otra opciĂłn cuando deja las canchas”, afirma su padre, contento de su primogĂ©nito.
La incursiĂłn futbolĂstica de SebastiĂĄn comenzĂł a los 5 años en ABB de La Paz —cuando Gonzalo jugaba en BolĂvar—, luego estuvo en la escuela de fĂștbol del Barcelona, de Ecuador, despuĂ©s vino a Real PotosĂ, en la Escuela de FĂștbol Comteco y, finalmente, llegĂł a Wilstermann.
Galindo creciĂł en el fĂștbol junto con su compañero JosĂ© Mamani, quien actualmente estĂĄ en el plantel profesional aviador y es con quien se consagraron campeones nacionales en la selecciĂłn de Cochabamba. Luego pasĂł a la selecciĂłn boliviana juvenil en 2016, con la que jugĂł el Sudamericano en Chile al mando de Mauricio Soria y tambiĂ©n actuĂł en los Juegos Bolivarianos.
Galindo padre asegura que toda la familia se siente contenta por la evoluciĂłn que tiene SebastiĂĄn. “EstĂĄ en proceso de crecimiento, ahora dependerĂĄ de cĂłmo se desenvuelva. Ăl tiene disciplina, esfuerzo y rendimiento, creo que va llegar lejos”, augura.
DespuĂ©s de su etapa prejuvenil, Galindo fue citado por el peruano Roberto Mosquera al equipo profesional de Wilstermann, ocurriĂł en 2017, cuando meses despuĂ©s le tocĂł el esperado debut en Primera. “DebutĂ© contra Real PotosĂ ese año. Estaba muy ansioso, pero cuando entrĂ© al partido de a poco se me fueron pasando los nervios”, recuerda.
SebastiĂĄn lleva 9 partidos en Primera, es un jugador con juego dinĂĄmico, buen toque, bastante ofensivo y con llegada al arco rival. “Siempre trato de dar lo mejor de mĂ, peleo todas las pelotas. Estoy en un equipo con buenos jugadores, con bastante experiencia, quienes me ayudan a crecer bastante”.
Cuenta que su padre le enseñó a tener personalidad porque casi toda su vida se desempeñó en medio de ese ambiente futbolĂstico. “Estar mucho tiempo con Ă©l y sus compañeros me hizo perder el miedo, ademĂĄs que los mismos jugadores que tengo ahora me dan un gran apoyo y eso me da mĂĄs fuerza”, agrega.
SebastiĂĄn sueña en grande, quiere ganarse la titularidad permanente en su equipo, asentarse en lo futbolĂstico y de ahĂ comenzar a obtener tĂtulos y, si es posible, irse al exterior.
“Estoy decidido a hacer todos los sacrificios para seguir como profesional y hacer lo mismo que mi padre. AdemĂĄs es algo que me gusta hacer, me siento bien al dejar de lado muchas cosas para ser un profesional y hacer algo de lo que hizo mi padre”.
Gonzalo Galindo cuenta que su hijo menor MatĂas —de 13 años— estĂĄ en la Sub-15 de Wilstermann y espera que siga el camino de su hermano mayor. “Lo primordial es el estudio, sigue en colegio, pero si decide seguir en el fĂștbol, serĂĄ una decisiĂłn de Ă©l”, anota Gonzalo, quien administra una empresa constructora en Cochabamba.
Sin embargo, no descarta volver al fĂștbol como entrenador, porque hizo el curso y tiene el tĂtulo en provisiĂłn nacional.
Juntos evalĂșan cada accionar
Una evaluaciĂłn crĂtica de cĂłmo estĂĄ el juego de SebastiĂĄn Galindo es una rutina que en conjunto realizan con su padre Gonzalo Galindo.
“Tiene condiciones para desarrollarse a nivel competitivo, Ă©l decidiĂł ser profesional y nosotros lo apoyamos para que crezca mĂĄs. Detectamos sus falencias y sus fortalezas en lo mental, en lo fĂsico y deportivo”, explica Galindo padre.
Destaca que su hijo sabe asimilar las crĂticas asĂ sean fuertes y duras. “Debe saber quĂ© hace mal”.
Luego de cada actuaciĂłn de SebastiĂĄn en los partidos de Primera DivisiĂłn, ambos hacen la evaluaciĂłn.
“Hay mucha crĂtica, constructiva en lo posible, solo asĂ podrĂĄ salir adelante, porque no hay otra forma de mejorar, de saber los errores y trabajar en ellos”.
SebastiĂĄn cuenta que al inicio pesĂł el apellido, porque debĂa responder a las expectativas, ademĂĄs que alguna gente tergiversĂł la situaciĂłn. “DecĂan con mala intenciĂłn que estaba en el fĂștbol por el apellido de mi papĂĄ, pero con el tiempo demostrĂ© mi capacidad”.
Asegura que esa situación le exigió esforzarse el doble en los entrenamientos y exponer su propio mérito en cada pråctica.
“Uno quiere escribir su nombre en cada partido y siempre dejando lo mĂĄs que se puede. Ya me quitĂ© la presiĂłn poco a poco”.
Sin embargo, no quiere dejar de destacar que gran parte de lo que sabe hasta ahora en el fĂștbol lo aprendiĂł de su padre y las demĂĄs cosas de su propia experiencia como futbolista.
“Yo lo recuerdo perfectamente a mi padre en el fĂștbol, en especial cuando viajĂł (con BolĂvar) a jugar la final de la Copa Sudamericana frente a Boca Juniors, fue una etapa muy emotiva ver esos cotejos”.
Sebastiån tiene los mejores conceptos de su progenitor, a quien califica de un profesional bastante disciplinado y talentoso y también agradece el apoyo de su madre Verónica Novillo.
Cuenta que tiene momentos especiales junto con su padre, recuerda que lo llevaba a las prĂĄcticas. “Cuando tambiĂ©n entraba a la cancha con Ă©l, ese recuerdo es imborrable porque me marcĂł mucho”, añade el wilstermannista.
La RazĂłn
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