14 may.- Always Ready necesita sumar puntos para la tabla que cuenta, la que definirá en diciembre quienes clasifican a las Copas internacionales. El equipo alteño no se mueve de la octava plaza aunque San José con la pérdida de puntos se pone a tiro. Baldivieso todavía no encuentra el equipo ni el sistema táctico ideal. En Cochabamba frente a Aurora optó por tres zagueros centrales y dos carrileros. Es la primera vez que va a jugar en Villa Ingenio con ese dibujo que en casa se transforma en un ofensivo 3-5-2 con Puña de carrilero por derecha y Árabe en el costado izquierdo. Royal Pari llega de bajada, coqueteando con el descenso.
Nudo: la primera parte es fea y termina con un engañoso 2-0 en el “score”. Baldivieso no solo ha movido el esquema sino también ha cambiado a jugadores de su posición. No solo ha desmontado la sociedad Puña-Árabe, también Sergio Adrián (otrora “wing” por derecha) pasa a formar doble cinco con Samuel Galindo. Arriba, inamovibles Ferreira y Ovejero, para hacer el último pase a la red. El joven Tomianovic de enganche se pierde y no cumple. Un equipo de la televisión sueca acompaña a Smedberg por todo lado.
Desenlace: la segunda parte es harina de otro costal. La entrada de Bejarano de enganche y los constantes centros desde la derecha de Puña destrozan a Royal Pari que se cae físicamente. Always sabe manejar el “tempo” de los partidos y termina con otra goleada por 6-0: segundo set consecutivo en casa frente a equipos cruceños.
La hinchada alteña corea “Puña, Puña”. El chapaco pide a gritos una oportunidad en la selección. No tiene tanta prensa como Arce o Saucedo pero cada día que pasa se parece más a la mejor versión de Chumacero: motorcito, de ida y vuelta, incansable, letal. La nueva posición “descubierta” por Baldivieso (sin tanta necesidad de marcar) ha traido de vuelta al viejo “wing” de toda la vida. Se llama Puña, don Eduardo. Y pensar que el chapaco fue descartado por un equipo paceño que sufre esa posición…
Post-scriptum: ¿adivinas el nombre de la persona que en Achumani le bajó el pulgar a Puña?
Por: Ricardo Bajo es periodista
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