28 oct.- El peronista de centroizquierda Alberto Fernández ganó ayer la elección presidencial en Argentina sin necesidad de un balotaje contra el gobernante liberal Mauricio Macri, quien termina su mandato con la peor crisis de la historia del país en los últimos 17 años.
Con el 93,99% de las mesas escrutados, Fernández obtuvo 47,93% de los votos, contra el 40,55% de Macri.
De esta manera, este abogado de 60 años que postuló en la fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) es el próximo presidente del país de 44 millones de habitantes.
El mandatario electo convocó a “todos los argentinos” a unirse a su proyecto para enfrentar los tiempos que vienen, “que no son fáciles”, en referencia a la crisis económica.
Para ganar en primera vuelta, Fernández debía obtener más del 45% de los votos o más del 40% y superar en al menos 10 puntos a su rival. Bajo un clima de tensión en varios países de América Latina, con masivas protestas en Chile, Bolivia y Ecuador, y una crisis en Venezuela, la elección de Argentina es clave en la configuración de fuerzas en la región.
En sus primeras palabras tras la elección, Macri felicitó a Fernández y prometió hacer una oposición “sana y constructiva”. “Felicité al presidente electo Alberto Fernández. Acabo de hablar con él por la gran elección que han hecho. Lo invité a desayunar (hoy lunes) a la (sede presidencial) Casa Rosada porque tiene que empezar un periodo de transición ordenada que lleve tranquilidad a los argentinos”, dijo Macri ante sus seguidores en su comando de campaña de Buenos Aires.
Fernández debe asumir el 10 de diciembre.
Macri, un ingeniero de 60 años, termina su mandato con el país sumido en la peor crisis económica desde 2001, con alta inflación (37,7% a septiembre) y un aumento de la pobreza (35,4%). El presidente defiende que debió hacer ajustes para ordenar el desequilibrio económico que encontró al asumir en 2015, y que a partir de ahora se verán los resultados.
Juntos por el Cambio, la coalición del presidente, retuvo al menos la alcaldía de Buenos Aires con Horacio Rodríguez Larreta, que consiguió el 55,51% de los votos y repite como jefe de la ciudad. En segundo lugar, pero lejos, quedó el candidato del peronismo de centroizquierda Matías Lammens con el 35,42% de los votos.
Los inversores temen que un gobierno de Fernández implique el retorno de las políticas intervencionistas del kirchnerismo (2003-2015).
El nuevo presidente aseguró una y otra vez que los depósitos bancarios argentinos están a salvo y rechazó que se vuelva a repetir el fantasma de la crisis del año 2001, cuando se congelaron y se pesificaron los que eran en dólares.
Pero los argentinos ya dieron muestras de pánico. Desde las primarias hubo retiros de depósitos en dólares por más de 12.000 millones (36,4% del total). Y tan solo el viernes, el Banco Central perdió otros 1.755 millones de dólares en reservas para frenar la depreciación de la moneda.
Límites para sacar dólares
Según confirmaron medios periodísticos, el Banco Central de la República Argentina estableció un nuevo límite de 200 dólares mensuales a la compra para personas físicas con cuenta bancaria (el límite era 10.000) y en 100 a la cantidad de dólares que pueden ser comprados en efectivo. Estos límites no son acumulativos y las medidas buscan preservar las reservas del país ante la incertidumbre, indicó.
Oficialismo pierde provincia de Buenos Aires
El frente oficialista Juntos por el Cambio retuvo el gobierno capitalino, pero perdió el de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, donde se impuso el peronismo.
Contabilizadas el 87,4% de las mesas de votación, el alcalde capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, que competía por la reelección, obtenía el 55,5%, muy por delante del 35,4% cosechado por Matías Lammens, presidente del club de fútbol San Lorenzo de Almagro y candidato a jefe de gobierno por el Frente de Todos.
“Gracias por este cariño. Hicimos historia en la ciudad de Buenos Aires”, afirmó Rodríguez Larreta.
En tanto, el oficialismo perdió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde María Eugenia Vidal buscaba la reelección.
Contabilizadas el 67,57% de las mesas, Alex Kicillof, ministro de Economía argentino durante el gobierno de Cristina Fernández (2007-2015), obtenía el 51,90%, mientras que Vidal cosechaba el 38,80%. La provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina, siempre fue bastión del peronismo, hasta que a finales de 2015 el macrismo le arrebató el Ejecutivo.
Página Siete
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