1 feb.- Una red internacional de contrabando de cigarrillos, que cruza desde Paraguay hacia Chile y Perú, a través de territorio boliviano, está vinculada a otros ilícitos como el narcotráfico y el lavado de dinero, de acuerdo a una investigación realizada por el Parlamento guaraní hecha pública en octubre del año pasado.
“Según relato de muchas de las personas convocadas a declarar ante la Comisión Bicameral de Investigación, autoridades y no autoridades colaboraron en el entender de cómo se procedía a lavar dinero en Paraguay, lo que sí, de manera contundente, se obtuvo es que la misma procedía de delitos precedentes, llámese tráfico ilícito de productos derivados al tabaco, contrabando, usura, narcotráfico, y a esto se le sumaba también las debilidades institucionales en materia legislativa, como también, debilidades y/o corrupción de funcionarios públicos”, señala una de las conclusiones de la investigación paraguaya.
El Viceministro de Lucha Contra el Contrabando de Bolivia, Gral. Pedro Vargas, coincide con esta visión y explica que en los operativos de interdicción a este delito se han identificado asociaciones entre los ilícitos transfronterizos.
“Hemos tenido casos particulares en la frontera con Chile. Hemos detectado en los operativos rutinarios a personas que se dedican al contrabando en posesión de droga, deducimos que puede haber un intercambio de mercaderías ilegales. En el caso de la frontera con Argentina también hemos detectado el tráfico de divisas en gran cantidad, también lavado de dinero y tráfico de migrantes que involucra a los contrabandistas. Es indudable que hay asociación entre estas actividades que están al margen de la Ley”, explicó la autoridad.
La Aduana Nacional cree que el incremento de los comisos de mercadería ilegal de los dos últimos años ha ido afectando de manera significativa los intereses de los contrabandistas, que como respuesta, se vuelven más violentos para proteger su actividad ilícita y han pasado, de ser grupos de comerciantes a ser crimen organizado transnacional.
“Son grandes clanes con los cuales estamos luchando en la frontera con Chile junto al Viceministerio de Lucha contra el Contrabando. Son enfrentamientos con gente armada y es un lugar muy peligroso”, declaró la Presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia, Karina Serrudo.
La autoridad explicó que en los últimos años, los grupos que se dedican al contrabando se han fortalecido por la falta de controles fronterizos durante la gestión 2020 y que hoy cuentan con tecnología y logística, lo que hizo que la Aduana tenga que invertir en equipos como aviones no tripulados silenciosos o teléfonos satelitales para poder contrarrestar la acción de los contrabandistas.
De acuerdo al abogado y ex Fiscal chileno, Carlos Gajardo, en los últimos años, el contrabando transfronterizo entre Bolivia y Chile ha pasado de ser una actividad de personas individuales o pequeños grupos que estaban más cerca del comercio informal que del delito, a ser ilícitos perpetrados por verdaderas redes criminales, vinculadas al tráfico de personas o drogas.
“Ahora hay mucha más criminalidad organizada y eso genera una serie de desafíos mayores para el combate”, explica el jurista que añade que lo que se requiere es mejorar el trabajo de inteligencia de los organismos dedicados a la interdicción, para así desarticular las redes en lugar de solamente afectar a los operadores menores de la trama, como los choferes que transportan el tabaco.
En el caso de Chile, la participación del contrabando de cigarrillos alcanza un 37.4% en el 2022, según el ultimo estudio de MIDE-UC. De este volumen ilícito, el 85% proviene de Paraguay (aproximadamente 400 contenedores al año) ingresando a Bolivia para su almacenamiento y luego redistribuido ilegalmente a Chile a través de los pasos no habilitados que existen en el altiplano.
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